Puso la “mano en el fuego” por la fiscal jefa provincial de Madrid: “Jamás cometería un acto ilícito”
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado (FGE), Diego Villafañe, lamentó en su declaración como investigado en el Tribunal Supremo la “quiebra de seguridad” en la Fiscalía en relación a la presunta revelación de datos personales de Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al tiempo que añadió: “Yo no he filtrado absolutamente nada”.
“Yo tengo que dejar muy claro aquí que yo no he divulgado, no he filtrado absolutamente nada, que no me he concertado ni he realizado ningún tipo de acuerdo previo, ni con mi fiscal jefa, ni con el fiscal general del Estado, ni con la fiscal jefa provincial de Madrid”, sostuvo en su declaración del pasado 5 de febrero ante el magistrado del alto tribunal Ángel Hurtado, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Villafañe, el último de los tres imputados en comparecer, explicó a lo largo de 30 minutos que el expediente tributario de González Amador estuvo al alcance de “más de 550 personas”. “Lamento señoría dar estos datos porque, bueno, suponen poner de manifiesto una quiebra de seguridad, seguramente la de la protección de datos en el seno de la Fiscalía”, aseguró.
A preguntas del magistrado, explicó que su “única intervención en este asunto” fue “analizar la documentación por una encomienda del fiscal general del Estado”. “Analicé la corrección formal de los hechos que eran objeto de la denuncia, la subsunción jurídica de los hechos, la prueba, y la solidez de la prueba y de los indicios que sustentaban esa denuncia”, apuntó.
EL ENCARGO DEL FISCAL GENERAL
Y lo hizo, añadió, para trasladar su “opinión, después de su análisis”, tanto a la fiscal jefa de la secretaría técnica como al fiscal general del Estado. “En este supuesto en concreto no se hicieron ningún tipo de observaciones, porque en ocasiones cuando se realizan estas daciones de cuenta se hacen observaciones de tipo valorativo. En este supuesto no fue así porque la denuncia era relativamente sencilla y no fue necesario”, añadió.
Ese encargo, explicó, lo recibió “la mañana del 7 de marzo”, cuando García Ortiz le llamó y le “encomendó que contactase con la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, puesto que la directora de comunicación de la Fiscalía General del Estado le había comentado a primera hora de la mañana haber recibido una llamada de un periodista preguntándole” por el caso de González Amador.
Villafañe reveló que la noche en que se produjo la filtración, la del 13 de marzo, “tuvo una llamada” con García Ortiz, que le telefoneó porque era él el que había “asumido la tramitación de la dación de cuenta”. “En esa llamada me puso de manifiesto la noticia que se había publicado en el diario ‘El Mundo’ -en la que se señalaba que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo a González Amador–, y me preguntó si yo era conocedor de algún tipo de negociación, de pacto, de acuerdo entre el fiscal del asunto”, señaló.
El investigado aseguró en esa llamada con García Ortiz que era “absolutamente desconocedor de cualquier tipo de negociación”. “(El fiscal general) me dijo: ‘Bueno, no te preocupes, despreocúpate que ya es tarde, estoy hablando yo directamente con la fiscal jefa provincial”, explicó.
AL EXPEDIENTE PUDIERON ACCEDER MUCHAS PERSONAS
En su declaración, Villafañe puso de relieve que, antes de estar en su “posesión”, el expediente tributario de la pareja de Ayuso “estuvo en una carpeta compartida de la sección de delitos económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid, a la que tienen acceso 12 fiscales y cuatro funcionarios posteriormente para enviársela desde la sección de delitos económicos a la fiscal jefa provincial de Madrid”. Toda esa documentación, sostuvo, “se subió a una carpeta compartida denominada guardia, a la que tuvieron acceso 499 personas”.
“De esa carpeta compartida de la guardia se subió a una carpeta compartida de la jefatura de la Fiscalía Provincial de Madrid, a la que tienen acceso la fiscal jefa provincial, el teniente fiscal y otros ocho fiscales y funcionarios, y posteriormente, se envió porque la documentación pesaba mucho se envió a otra carpeta compartida entre la Fiscalía Provincial de Madrid y la oficialmente denominada Fiscalía de la Comunidad de Madrid, a la que tenían acceso también todo el entorno de la Fiscalía Provincial de Madrid, de la jefatura y sus funcionarias, como también la fiscal superior de Madrid y tres funcionarias”, continuó.
Asimismo, aseguró el investigado, esa documentación se envió a través de un correo electrónico a la dirección genérica de la Secretaría Técnica de la Fiscalía general, teniendo acceso a ese correo tienen 10 fiscales y 16 funcionarios.
Por último, Villafañe apuntó que también se remitió al Decanato de los Juzgados de Instrucción de Plaza Castilla y a la Agencia Tributaria, por tanto a “un número indeterminado de personas que pudieron acceder del mismo modo ese expediente tributario”. “Y he de hacer notar que también estaba en poder del entorno del despacho del señor Neira”, dijo, en alusión al abogado de González Amador.
“PILAR JAMÁS COMETERÍA UN ACTO ILÍCITO”
Además, señaló que él solicitó el expediente tributario del novio de Díaz Ayuso porque era necesario “para valorar si los hechos que eran objeto de la denuncia, los indicios o las pruebas que había evidenciadas (…) para analizar la corrección procesal y material de la denuncia interpuesta”.
“Analizamos la prueba o los indicios que hay precisamente para que no se formulen acciones penales que no están sustentadas en una prueba bastante”, indicó a preguntas de su abogado para luego añadir que en un principio solo recibió parte del expediente y tuvo que reclamar la totalidad para hacer un correcto estudio.
Tras esto, sobre los mensajes de WhatsApp que envió a Pilar Rodríguez la mañana del 13 de marzo ha explicado que uno fue para darle ánimos por las críticas recibidas en prensa: “Doña Pilar es una profesional extraordinaria, es una fiscal infatigable, y jamás jamás, jamás, pongo la mano en el fuego por Pilar, que jamás cometería un acto ilícito ni se concertaría con nadie para acometer un acto ilícito”.
El otro mensaje, explicó, era relacionado con Almudena Lastra, y al respecto indicó que “es pública y notoria la mala relación que hay, cierta animadversión, entre la fiscal superior de Madrid y la Fiscalía General del Estado” por “frustraciones profesionales”.
Con todo, indicó que en ningún caso sospechó que “la filtración o publicación de la denuncia y del expediente tributario podía venir de la Fiscalía”, aunque añadió que en la sede de Fortuny existía “un malestar importante porque un mes antes se habría producido la filtración de dos borradores de informes de Álvaro Redondo Hermida, del fiscal del Tribunal Supremo, en relación con un procedimiento relativo a Tsunami Democrátic”.
“También había habido una filtración, un tiempo atrás, de un correo electrónico del fiscal jefe de la Audiencia Nacional en relación con un correo electrónico que remitió a un subordinado, a Vicente González Mota, y en la Fiscalía, pues, como usted comprenderá, no nos gusta que se produzcan ese tipo de fugas de información”, apostilló.
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