MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El agua que sale por la ducha puede contener más elementos de los que la mayoría las personas pueden imaginar, como cloro, metales pesados, cal y otras impurezas. Aunque invisibles a simple vista, pueden afectar tanto a la salud como al cabello y piel.
Fuentes del sector indicaron que existen soluciones como los filtros de ducha, que eliminan estas sustancias y mejoran la calidad del agua que se utiliza para ducharse. Es un sistema de purificación en miniatura que se instala directamente entre el grifo y el cabezal de la ducha, en tanto que no requiere mano de obra profesional. En su interior contiene diferentes capas de materiales filtrantes, generalmente carbón activado, KDF (un medio filtrante compuesto de cobre y zinc) y bolas de cerámica.
Cada capa cumple una función concreta: el carbón activado atrapa el cloro y los compuestos orgánicos, el KDF elimina metales pesados como el plomo o el mercurio y las bolas de cerámica ayudan a regular el pH del agua.
BENEFICIOS
Con un filtro de ducha, se reduce la exposición al cloro que, aunque necesario para la desinfección del agua, reseca la piel y el cabello. Para las personas con piel sensible o condiciones como el eccema, como la psoriasis, la dermatitis seborreica o la piel atópica, ducharse con agua filtrada alivia sus síntomas. Del mismo modo, el pelo se vuelve más suave y manejable, mientras que el cuero cabelludo sufre menos sequedad y picazón.
El cloro no solo mata las bacterias dañinas del agua, también elimina las bacterias beneficiosas de la piel. En este sentido, el agua filtrada ayuda a mantener el equilibrio natural de la microbiota de la piel, además de conservar mejor el color del pelo teñido, ya que el cloro es uno de los principales causantes de su decoloración.
AHORRO
El filtro de ducha supone una inversión que se rentabiliza con el tiempo, ya que al reducir la cal y los minerales se alarga la vida de la grifería y el cabezal de la ducha, evitando tener que cambiarlos. Asimismo, al tener el cabello y la piel en mejor estado se necesitan menos productos de cuidado personal, ya que el agua filtrada hace gran parte del trabajo.
Los cartuchos filtrantes duran entre seis y ocho meses, según el uso y la calidad del agua de cada zona, por lo que su mantenimiento es bastante económico en relación con sus beneficios.
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