Afirma que se constata “una amortiguación” en el crecimiento de la economía vasca, aunque destaca que “seguimos creciendo”
BILBAO, 19 (EUROPA PRESS)
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado ese lunes que el Gobierno Vasco es favorable al impuesto a las grandes empresas energéticas que el Gobierno central ha planteado, pero no por el hecho de que sean grandes empresas, sino por sus “beneficios extraordinarios”.
En una entrevista concedida a Euskadi Irratia y ETB1, recogida por Europa Press, Urkullu ha señalado, además, que la sociedad también debe ser consciente de que, cuando se adoptan este tipo de decisiones respecto a “empresas que son tan enormes”, también puede ocurrir que dichas empresas “tomen otras decisiones” sobre sus inversiones, y que las administraciones “debemos garantizar que ese tipo de empresas sigan establecidas aquí y sigan invirtiendo”.
“Tiene un buen objetivo. Mi planteamiento ha sido que se establezca un impuesto a esas grandes empresa no solo por eso, sino por sus beneficios extraordinarios”, ha insistido.
Asimismo, el lehendakari ha señalado que el impuesto a las grandes fortunas “está pensado en Madrid quizás para comunidades autónomas que no tienen Impuesto de Patrimonio”. En todo caso, ha asegurado que, al igual que todos los nuevos impuestos que se aprueban en Madrid, “éste también hay que concertarlo con nuestro sistema”.
“Nosotros tenemos el Concierto Económico y los nuevos impuestos se deben pactar. Aquí tenemos el Impuesto de Patrimonio, y lo que pedimos desde el Gobierno Vasco es que el impuesto a las grandes fortunas lo debemos concertar”, ha insistido.
Además, el lehendakari ha defendido revisar “en su totalidad” el actual sistema vasco de fiscalidad que se acordó en 2017, ya que “los momentos tan duros y difíciles que hemos pasado nos da un enfoque para poder estudiar el sistema fiscal en su totalidad”.
En este sentido, ha considerado que la fiscalidad debe tener “dos objetivos”, que son “guiar y garantizar el crecimiento económico y construir una sociedad cohesionada con cada vez menos desigualdad”.
En todo caso, ha destacado que el sistema fiscal vasco es “muy equilibrado y progresista” para poder garantizar la calidad de los servicios públicos, y que serán los partidos políticos quienes, a partir de enero del próximo año, hagan “su lectura”.
CRECIMIENTO
Por otro lado, Iñigo Urkullu ha afirmado que se constata “una amortiguación” en el crecimiento de la economía vasca, aunque ha destacado que “seguimos creciendo”.
“Una amortigación si, pero seguimos creciendo. No como querríamos, pero continuamos creciendo, y eso es lo más destacable. Nuestras previsiones son que creceremos en torno a un 2% en 2023, y por ahora no presentimos que vayamos a entrar en recesión”.
Asimismo, ha advertido de que “existe el peligro” de que, al no crecer los salarios en la misma proporción que la inflación, se de un empobrecimiento generalizado en la clase trabajadora, por lo que ha defendido que el salario mínimo debería ser en torno al 50 y 60% del salario anual medio en el Estado.
Además, ha recordado que actualmente hay 110.000 trabajadores más afiliados a la Seguridad Social que hace diez años y que la tasa de paro es menor del 8%, aunque ha destacado que “nuestro preocupación es la precariedad en la calidad del trabajo”, uno de cuyos componentes es “el salario”.
“Uno de mis objetivos principales desde el principio ha sido la cohesión social, y creo que, a día de hoy, somos una sociedad más cohesionada, solidaria e integrada. El desarrollo humano sostenible es nuestro modelo y así actuamos en todo momento, tanto para reactivar la economía como para que haya cada vez menos desigualdad social”, ha explicado.
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