MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
Alrededor de 1.000 millones de niños en todo el mundo están en un “riesgo extremadamente alto” debido a los impactos climáticos, incluidos los desastres relacionados con el clima.
Unicef aporta ese dato coincidiendo con el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, que se celebra este domingo bajo el lema ‘Empoderar a la próxima generación para un futuro resiliente’.
Según esta agencia de la ONU, casi la mitad de los niños del mundo (unos 1.000 millones) viven en alguno de los 33 países clasificados como de “riesgo extremadamente alto” por los efectos del cambio climático.
Entre 2015 y 2021, más de medio millón de escuelas resultaron dañadas o destruidas por desastres climáticos. En 2022, el número de niños afectados por inundaciones en Chad, Gambia, Pakistán y Bangladés fue el más alto en 30 años.
El secretario general de la ONU, António Guterres, apunta, en un mensaje con motivo del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, que estos provocan “una devastación enorme en las personas, las sociedades y las economías”.
“Las repercusiones de la muerte, la destrucción y el desplazamiento son inimaginables. Hoy en día, los desastres suelen verse potenciados por la crisis climática, que los hace más frecuentes e intensos”, indica.
“NADIE ESTÁ A SALVO”
En su mensaje, recogido por Servimedia, Guterres subraya que “nadie está a salvo, pero los niños son especialmente vulnerables”. “En los últimos años, el número de niños afectados por inundaciones arrasadoras en todo el mundo alcanzó los niveles más elevados en más de tres décadas. Después de un desastre, la infancia sufre repercusiones graves, como la interrupción de la escolaridad, la nutrición y la atención de la salud”, apostilla.
“Todos los países pueden tomar medidas que tengan por objeto reducir los riesgos para la infancia, garantizando la cobertura universal de los sistemas de alerta temprana de peligros múltiples, construyendo escuelas y reforzando las existentes de manera que sean resilientes a los desastres”, recalca.
Naciones Unidas indica que cerca de 400 millones de estudiantes en todo el mundo experimentaron cierres de escuelas por el clima extremo desde 2022 y que una inversión única de 18,51 dólares por niño puede mitigar el impacto de los choques climáticos.
De hecho, asegura que la crisis climática afecta más duramente a la educación en los países de bajos ingresos, con un promedio de 18 días escolares perdidos al año, en comparación con 2,4 días en las naciones más ricas.
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