MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
Uno de cada dos trasplantados de órganos sólidos no consigue cumplir su tratamiento, por lo que el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) han puesto en marcha el Proyecto JunTOS para mejorar la adherencia de estos pacientes para evitar el rechazo.
En rueda de prensa, los especialistas recordaron que cada año se realizan en España casi 6.000 trasplantes de órgano sólido que pueden alargar en décadas la supervivencia de los pacientes, lo que dependerá del correcto cumplimiento de los tratamientos inmunosupresores para evitar el rechazo.
Sin embrago, entre el 20% y el 54% de los pacientes no consigue llegar a cumplir de forma adecuada su tratamiento, comprometiendo el éxito del trasplante y poniendo en riesgo su propia vida.
Para resolver este problema, el Cgcof y la SEFH pusieron en marcha el Proyecto JunTOS de colaboración entre farmacia hospitalaria y farmacia comunitaria para mejorar la adherencia a los pacientes trasplantados de órgano sólido.
Este proyecto, que se gestó hace dos años y cuyos materiales formativos cuentan con el aval de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y de las principales organizaciones de pacientes trasplantados, incorporó la puesta en marcha de un estudio de investigación que permitirá pilotar el Proyecto JunTOS desde este verano en tres regiones como Baleares, Cantabria y Tenerife.
DECLARACIÓN DE INTENCIONES
En este sentido, el presidente del Cgcof, Jesús Aguilar, remarcó que “hace algo más un año presentamos públicamente la idea de este proyecto de mejora de la adherencia que, desde su nombre, JunTOS, era ya una declaración de intenciones para aprovechar todo el potencial de nuestra profesión en favor del paciente, colaborando desde los diferentes ámbitos de trabajo de la profesión farmacéutica, en este caso la farmacia hospitalaria y la comunitaria”.
En concreto, el proyecto JunTOS comenzó este mes con formaciones a los farmacéuticos que van a participar en el estudio y prevé reclutar 316 pacientes trasplantados de órgano sólido, como riñón, corazón, hígado, páncreas, pulmón o intestino, para ayudarles a aumentar su cumplimiento del tratamiento inmunosupresor definiendo y mejorando su ruta asistencial y haciéndoles un seguimiento.
Por ello, destacó el delegado de SEFH en Madrid, Ismael Escobar, “se trata de un proyecto que recoge los valores de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria: el paciente y su salud como objetivo, el trabajo colaborativo ente profesionales y la continuidad asistencial”.
HOSPITALES
El estudio, que se pilotará a través de los hospitales Son Espases (Baleares), Marqués de Valdecilla (Cantabria) y Nuestra Señora de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife) y en las farmacias comunitarias de los respectivos territorios, reclutará pacientes a lo largo de un año completo pero permitirá ofrecer ya sus primeros resultados en el primer trimestre de 2025.
Según detalló la directora de la Organización Nacional de Trasplantes, Beatriz Domínguez-Gil, en la presentación del estudio, “España es líder mundial en donación y trasplante de órganos pero también lo tiene que ser en resultados postrasplante. Esto busca el proyecto JunTOS, implicar al farmacéutico en la atención al paciente trasplantado para garantizar el éxito del trasplante, facilitando la adherencia al tratamiento y fomentando hábitos de vida saludables”.
La adherencia al tratamiento inmunosupresor tras un trasplante de órgano sólido es máxima a los seis meses tras el trasplante y luego disminuye progresivamente con el tiempo. Esta falta de adherencia puede hacer que los resultados del trasplante a largo plazo no sean los esperados pese a que hoy en día la supervivencia tras el trasplante puede ser de décadas según el tipo de órgano trasplantado.
Entre las causas de este abandono o falta de cumplimiento correcto de los tratamientos figuran cuestiones relacionadas con el entorno social del paciente o enfermedades psiquiátricas, pero también falta de conocimiento sobre la importancia del tratamiento postrasplante para su éxito.
En este sentido, la participación de farmacéuticos en el equipo de trasplante y el posterior seguimiento permite mejorar el conocimiento de los medicamentos y con ello mejorar la conciliación al alta y la educación al paciente, reduciendo ingresos hospitalarios, rechazos y costes.
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