
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este martes de que uno de cada dos niños menores de cinco años sufre desnutrición en Yemen, de los cuales más de 537.000 padecen esta afección en grado agudo severo, que es “potencialmente mortal y totalmente prevenible”.
El representante de UNICEF en Yemen, Peter Hawkins, ha remarcado que “la desnutrición debilita el sistema inmunitario, retrasa el crecimiento y priva a los niños de su potencial”. “En Yemen, no se trata solo de una crisis sanitaria, sino de una sentencia de muerte para miles de personas”, ha explicado en una rueda de prensa en Ginebra.
“El tiempo apremia, porque para esos niños con desnutrición aguda grave cada minuto cuenta. Un niño con desnutrición aguda grave tiene once veces más probabilidades de morir que sus compañeros sanos. Sin tratamiento, morirán en silencio”, ha indicado antes de considerar que se trata de un “fracaso de la humanidad”, puesto que el organismo solo ha recibido este año el 25 por ciento de la financiación necesaria.
En este sentido, ha lamentado que el conflicto en este país “ha alcanzado un hito trágico”: “Más de una década de conflicto, en gran medida implacable, con solo breves y frágiles periodos de reducción de hostilidades, ha despojado infancias, destrozado futuros y dejado a toda una generación luchando por sobrevivir”.
“Esta catástrofe no es natural, sino provocada por el hombre. Más de una década de conflicto ha diezmado la economía, el sistema de salud y la infraestructura de Yemen. Incluso durante periodos de menor violencia, las consecuencias estructurales del conflicto, especialmente para los niños, han seguido siendo graves”, ha lamentado.
Asimismo, Hawkins ha señalado que es “igualmente alarmante que 1,4 millones de mujeres embarazadas y lactantes padecen desnutrición, lo que perpetúa un círculo vicioso de sufrimiento intergeneracional”.
Con todo, ha advertido de que más de la mitad de la población depende de ayuda humanitaria para sobrevivir, los precios de los alimentos se han disparado un 300 por ciento desde 2015, y las infraestructuras para el suministro de alimentos y medicamentos están dañados o bloqueados.
- Te recomendamos -