MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Unicef anunció este lunes que ha conseguido la adjudicación de un contrato para el primer suministro de la vacuna contra la malaria de GlaxoSmithKline (GSK), por un valor de 170 millones de dólares (unos 167 millones de euros), lo que permitirá que 18 millones de dosis estén disponibles durante los próximos tres años.
Según informó Unicef, casi medio millón de niños murieron de malaria en África en 2020, lo que equivale a un niño por minuto, por lo que esta concesión “podría salvar miles de vidas cada año”.
En ese sentido, la directora de la División de Suministros de Unicef, Etleva Kadilli, atestiguó que “el lanzamiento de esta vacuna envía un mensaje claro a los desarrolladores de vacunas contra la malaria para que continúen su trabajo”, y deseó que “esto sea sólo el comienzo”, ya que “se necesita una innovación continua para desarrollar vacunas nuevas y de próxima generación para aumentar el suministro disponible y permitir un mercado de vacunas más saludable”.
Por ello, refrendó que “este es un gran paso adelante en nuestros esfuerzos colectivos para salvar la vida de los niños y reducir la carga de malaria como parte de programas más amplios de prevención y control de la enfermedad”.
Más de 30 países tienen áreas con transmisión de la malaria de moderada a alta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que la vacuna podría brindar protección adicional contra la enfermedad a más de 25 millones de niños cada año, una vez que aumente el suministro.
Esta vacuna es el resultado de 35 años de investigación y desarrollo, siendo la primera contra una enfermedad parasitaria, y actúa contra el ‘Plasmodium falciparum’, el parásito de la malaria más letal a nivel mundial y el más prevalente en África.
En 2019 se lanzó una vacuna piloto rutinaria en Ghana, Kenia y Malawi como parte del Programa de Implementación de la Vacuna contra la Malaria, coordinado por la OMS. La experiencia y la evidencia generadas por esta experiencia permitieron la actualización de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud en octubre de 2021 para el uso generalizado de la primera vacuna contra la malaria en países con transmisión de la enfermedad por ‘Plasmodium falciparum’ de moderada a alta.
En diciembre de 2021, la decisión de Gavi, la Alianza para las Vacunas, de proporcionar fondos para los programas de vacunas contra la malaria en los países elegibles abrió el camino para un desarrollo más amplio.
El director ejecutivo de Gavi, doctor Seth Berkley, expuso que “gracias al trabajo de adquisición de Unicef, ahora tenemos más certeza sobre el suministro y podemos dar un paso más para hacer llegar esta vacuna que salva vidas a las personas que más la necesitan. A medida que la fabricación aumente con el tiempo, esperamos que el aumento de los volúmenes también conduzca a precios más bajos y sostenibles”.
En la misma línea, la doctora Kate O`Brien, directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, arguyó que “dado lo limitado del suministro inicial, es crucial que los niños que viven en áreas donde el riesgo de enfermedad y la necesidad son más altos sean prioridad”.
Unicef explicó que esta adjudicación es la culminación de 18 meses de intensa preparación y consulta con la industria y los socios, y espera que la demanda de la vacuna sea alta entre los países afectados.
Advirtió de que “al igual que con cualquier vacuna nueva, el suministro será limitado al principio y aumentará con el tiempo a medida que la capacidad de fabricación alcance el nivel requerido”, y añadió que “a medida que aumenten los volúmenes, los costos por dosis deberían disminuir”.
También puso de manifiesto que “ya hay planes en marcha para impulsar la producción, incluso a través de la transferencia de tecnología, para que todos los niños en riesgo algún día tengan la oportunidad de ser inmunizados contra esta enfermedad mortal”.
La directora global de vacunas contra la malaria y productos biológicos del Programa para una Tecnología Apropiada en Salud (Path, por sus siglas en inglés), doctora Ashley Birkett, comentó que “no debemos perder de vista la necesidad de acelerar el acceso a esta y futuras contra la malaria, y de realizar las inversiones necesarias en los servicios de inmunización y control de la malaria, así como en investigación y desarrollo”.
Por último, Unicef reiteró su apoyo la diversificación regional de la producción de vacunas y animó a GSK y a otros fabricantes que consideren asociarse con empresas en África como parte de este esfuerzo.
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