MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
La activista siria y embajadora de buena voluntad de Unicef Muzoon Almellehan denunció este miércoles que el cierre de las escuelas provocado por la irrupción de la pandemia hace dos años ha traído “graves pérdidas” para el aprendizaje de los niños que viven en los campos de refugiados, las cuales se manifiestan en déficit de capacidad lectora y en merma de sus habilidades para escribir.
Lo hizo a través de una declaración durante su visita a Jordania con motivo del inicio del año académico, un viaje que aprovechará para insistir en la importancia de escolarizar a los menores de edad refugiados.
En ese sentido, adujo que “los niños cuyas vidas han sido devastadas por el conflicto se enfrentan ahora a una segunda crisis de pérdida de aprendizaje”, en la que “no saben leer, escribir y reconocer números”.
Destacó que “toda una generación de niños vulnerables corre el riesgo de abandonar la escuela por completo, dejándolos expuestos al matrimonio precoz, al trabajo infantil y al empeoramiento de la salud mental”.
Muzoon Almellehan se reunió hoy con niños en un centro Makani (‘Mi espacio’, en árabe) apoyado por Unicef en Amán. En estas instalaciones se ofrece a los niños y a los jóvenes vulnerables espacios seguros para desarrollar nuevas habilidades, reforzar el aprendizaje y participar en actividades que incluyen arte, música y deporte.
A su vez, mantuvo un encuentro con jóvenes dedicados al voluntariado, al espíritu empresarial, a la creación de empleos verdes, a la innovación social y al activismo climático.
Por su parte, mañana regresará por primera vez al campo de refugiados de Zaatari, donde buscó cobijo cuando tenía 13 años con su familia hace casi una década después de huir de la guerra en Siria.
Ante este hecho, confesó que “volver a Zaataria será emotivo para mí”, ya que “fue el primer lugar al que llamé hogar después de huir de mi amado país”. A pesar de que esa época representó “uno de los periodos más difíciles de mi vida, también lo es donde encontré mi voz como activista de la educación, y eso cambió mi rumbo para siempre”.
Unicef está trabajando con las autoridades jornadas para ayudar a los niños de las comunidades de acogida y los campamentos de refugiados a permanecer en la escuela y acelerar y recuperar su educación.
También está apoyando a los profesores para evaluar los niveles de aprendizaje de los chavales y proporcionar programas de recuperación programas de recuperación de lo aprendido, al tiempo que busca fórmulas para lograr que los niños que han sido obligados a abandonar la escuela reciban educación y capacitación no formales.
Por ello, el representante interino de Unicef Jordania, Shairoe Mawji, comentó que “al actuar ahora para acelerar el aprendizaje y reducir la brecha educativa, especialmente entre los niños más vulnerables, podemos proporcionarles los pilares básicos del aprendizaje que necesitan para alcanzar su potencial máximo”.
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