MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha prorrogado este lunes un año más la emergencia nacional con respecto a las acciones del Gobierno de Siria, al tiempo que ha condenado las violaciones de Derechos Humanos en el país.
Con esta medida, el Gobierno estadounidense mantiene en vigor la orden ejecutiva decretada el 11 de mayo de 2004, cuyo objetivo es “hacer frente a la inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos constituida por las acciones del Gobierno de Siria”.
Washington recuerda que las autoridades sirias socavan los esfuerzos internacionales con respecto a la estabilización de la región al “apoyar el terrorismo, mantener su entonces ocupación en Líbano y buscar armas de destrucción masiva y programas de misiles”.
“La brutalidad y represión del régimen contra el pueblo sirio, que ha pedido libertad y un gobierno representativo, no sólo pone en peligro al propio pueblo sirio, sino que genera inestabilidad en toda la región”, reza un comunicado de la Casa Blanca.
En este sentido, Estados Unidos ha condenado “la violencia brutal y las violaciones de Derechos Humanos y los abusos del régimen de (Bashar al) Assad y sus facilitadores rusos e iraníes”, y ha señalado que “tendrá en cuenta” los cambios en las acciones gubernamentales “a la hora de determinar si continúa o finaliza esta emergencia nacional”.
Así, ha hecho un llamamiento a las autoridades sirias para que “pongan fin a su violenta guerra contra su propio pueblo, decreten un alto el fuego en todo el país, faciliten la entrega sin trabas de ayuda humanitaria a todos los sirios que la necesiten y negocien un acuerdo político en consonancia con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Biden ha tomado esta medida poco después de que el Departamento de Estado haya reafirmado su posición de no retomar las relaciones con Siria tras la readmisión de este país a la Liga Árabe, de la que fue expulsada a raíz de la represión de las protestas y el estallido de la guerra civil en 2011.
Los ministros de Exteriores de la Liga Árabe reunidos en El Cairo acordaron el domingo readmitir a Siria en la organización tras señalar que “todas las fases de la crisis siria han demostrado que no existe una solución militar, que no hay vencedor ni vencido”, haciendo así un llamamiento al consenso nacional.
La reincorporación de Siria a la organización significa un nuevo paso en la normalización de las relaciones de Siria con el mundo árabe, después de que esta semana se hayan reunido los ministros de Exteriores de Jordania, Arabia Saudí, Irak y Egipto con su homólogo sirio en Amán.
El presidente sirio ha intentado, sin embargo, acercarse a otras capitales para obtener apoyos y, especialmente, financiación para reflotar la economía siria y empezar la reconstrucción. En este contexto, ha utilizado los terremotos registrados en febrero en el sur de Turquía, que dejaron miles de muertos en el país árabe, como punta de lanza para reclamar fondos y ayuda internacional.
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