MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La psicóloga, Ana Belén Medialdea, ha señalado que la ‘ecoansiedad’ afecta sobre todo a los jóvenes y que puede llegar a provocar entre la población una “obsesión” por “el fin del mundo”. “Realmente se basa en un miedo excesivo a que pueda pasar una catástrofe medioambieltal en el futuro”, ha explicado la experta durante un acto de Grundig.
“Las personas con ‘ecoansiedad’ viven excesivamente preocupadas con el ahorro energético, además tienen mucha angustia por una posible desaparición del planeta, y están muy preocupadas por la supervivencia humana”, ha asegurado.
La psicóloga también ha señalado que esta ansiedad afecta sobre todo a jóvenes. “Hay estudios que afirman que entre las generación de entre 15 a 30 años sucede mucho más que en las generaciones mayores, esto es porque es justo ahora cuando se está hablando mucho más del impacto del cambio climático en nuestra vida”, ha indicado.
La psicóloga ha indicado que los síntomas son comunes a los de cualquier tipo de ansiedad. “Este tipo de ansiedad está más focalizada en el medio ambiente. Cuesta dormir, sueñan con catástrofes y buscan información para mejorar su preocupación, a veces pueden entrar en conflicto con los demás, cuando ven que alguien no está ahorrando energía, por ejemplo”, ha expresado.
Como posible solución a este problema, Medialdea ha indicado que los afectados se planteen cómo pueden contribuir en el presente para no seguir fomentando el cambio climático. “Desde ahí asumimos esa responsabilidad y hay muchas cosas que podemos hacer para normalizar el día a día”, ha añadido la experta.
Medialdea ha contextualizado que el miedo “no es malo”, pero cuando se convierte en “algo excesivo”, es importante empezar a tomar conciencia de que hay que actuar “para que no vaya a más”. “Debemos tener muy claro qué es lo que ayuda a que nuestro miedo se vuelva patológico”, ha señalado.
“El miedo es como un virus muy contagioso, si continuamente hablo de mi miedo, puede contagiar a las demás personas. Una de las principales cosas que podemos hacer para convivir con ‘ecoansiedad’ es reducir la cantidad de información que doy a la gente sobre mi preocupación. Estar ‘sobreinformados’ nos ayuda a fomentar nuestra ansiedad”, ha explicado.
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