MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
Un estudio en ratones liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) reveló que una proteína clave en la regulación del gasto energético mediante la producción de calor abre la puerta a nuevas terapias contra la obesidad.
Según informó este lunes el centro universitario, el equipo demostró en la revista ‘Biochemical Pharmacology’ que los ratones deficientes en esta proteína PAS quinasa (PASK) presentan una mayor actividad termogénica en el tejido adiposo pardo (BAT, por sus siglas en inglés) y una conversión más eficiente de grasa blanca a grasa parda (un proceso conocido como ‘browning’).
De hecho, la autora principal del trabajo e investigadora del departamento de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la UCM, Carmen Sanz, destacó que “este hallazgo sugiere que inhibir la función de PASK podría ser una estrategia prometedora para combatir la obesidad y enfermedades metabólicas asociadas”.
Los adipocitos de la grasa blanca almacenan lípidos para generar energía, pero su acumulación excesiva contribuye al sobrepeso y enfermedades metabólicas y cardiovasculares. En contraste, los adipocitos del tejido adiposo pardo utilizan lípidos para disipar energía produciendo calor (termogénesis), evitando así el aumento de peso.
PÉRDIDA DE PESO
Los resultados de esta investigación confirman que la ausencia de PASK mejora la respuesta del organismo al frío o a estímulos farmacológicos, aumentando el gasto energético, lo que favorecería la pérdida de peso.
Para llevar a cabo el estudio, los autores utilizaron ratones machos con la proteína PASK no funcional y ratones silvestres que fueron sometidos a diferentes estímulos termogénicos. El registro de datos cada hora durante siete días mediante calorimetría generó miles de datos que les permitieron determinar el gasto energético en distintas condiciones.
Estos descubrimientos abren nuevas posibilidades para desarrollar terapias basadas en la modulación de la termogénesis, aprovechando el potencial del tejido adiposo marrón para controlar el peso corporal y mejorar la sensibilidad a la insulina.
La investigadora de la UCM, Verónica Hurtado, concluyó que “este trabajo representa un avance crucial en la lucha contra los efectos negativos de la obesidad y subraya la importancia de la investigación básica, para encontrar soluciones innovadoras frente a problemas de salud global”.
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