MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
La reciente aprobación en España de una nueva terapia contra el cáncer de pulmón abre una esperanza a Inma Escriche, una paciente oncológica que lleva 117 sesiones de quimioterapia a sus espaldas. Su oncólogo de la Fundación Jiménez Díaz, el doctor Manuel Dómine Gómez, se lo confirmó esta semana.
El cáncer de pulmón fue el más frecuente en el mundo 2022, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con 2,5 millones de nuevos casos en todo el mundo.
También lo sufre Inma Escriche, una paciente madrileña de 53 años que lucha por salir adelante después de pasar por más de un centenar de sesiones de quimio; prácticamente se había quedado sin opciones terapéuticas.
“Me hacen el seguimiento en paliativos, además de recibir una quimioterapia que no me estaba sentando nada bien, ya que me había dado reacción dos veces, pero la estaban probando en mi caso por si funcionaba”, relató la paciente en una entrevista a Servimedia.
Las perspectivas no eran nada buenas hace una semana. “Sin embargo, me llamaron el martes pasado de la Fundación Jiménez Díaz y este viernes mi oncólogo me confirmó la buena noticia: mi cáncer de pulmón tiene una reciente mutación genética, que se ha visto en una reciente biopsia y, además, existe un medicamento recién aprobado que puede tratarlo”, añadió, muy contenta después de hablar con su especialista.
Además, se da la circunstancia de que Inma Escriche no ha fumado nunca. Forma parte de ese 10% de pacientes que lo desarrolla sin haberse expuesto tan directamente al tabaco.
En esos pacientes es más normal que su cáncer sufra mutaciones, pero en el caso de Inma todavía no lo había hecho. Hasta ahora, cuando se da la feliz coincidencia de que al cáncer acaba de mutar y el Ministerio de Sanidad acaba de aprobar una terapia dirigida para ese tipo concreto de enfermedad.
“Tengo que dar las gracias a mi oncólogo, el doctor Dómine y a la Fundación Jiménez Díaz porque nunca han dejado de luchar por mí. Al darme la buena noticia, mi médico me dio también un abrazo porque también estaba contentísimo, como todo el servicio de Oncología de la Fundación”.
Los médicos ya han solicitado el nuevo medicamento para tratar a Imna y en cuanto lo tengan, comenzará a recibir la terapia: son unas pastillas que inhiben el cáncer porque tienen la “llave” con la que el fármaco puede llegar directamente a las células cancerosas para eliminarlas.
EL MILAGRO DE INMA
Inma cuenta que siempre pide a los demás que recen por ella, también en sus redes sociales, donde va contando su día a día con los tratamientos. “No sé en cuántos retiros de Emaús me ponen en el centro de la oración y también se han rezado varias novenas por mi salud. Yo sé que la Ciencia y los médicos están ahí, pero también sé que esta carambola se debe a la divina providencia”.
Por todo ello, quiere hacer llegar un mensaje a todos los pacientes de cáncer que hoy, Día Mundial del Cáncer, están luchando contra las más de 200 enfermedades oncológicas que existen: “Que lo vivan con serenidad para poder tomar las mejores decisiones”.
Su caso es un milagro desde el principio, ya que en 2016 superó el pronóstico de cuatro meses de vida, tras entrar en un ensayo clínico para probar un nuevo fármaco basado en la inmunoterapia. No ha podido volver a trabajar desde entonces porque casi todas las semanas ha tenido que someterse a tratamiento.
Cuando recibió el diagnóstico tenía ya cinco tumores y una metástasis ósea, además de una tromboembolia pulmonar, más otro trombo en una pierna. “Tenía también un pulmón encharcado, que fue lo que levantó la sospecha de que algo ocurría”, puntualizó la paciente.
Los principios fueron muy duros para ella hasta que los médicos pusieron nombre y apellido a lo que le estaba sucediendo. “Tuve muy mala suerte. Durante seis meses estuve yendo al médico, quejándome de fatiga y tos. Me decían que será un posible caso de asma y me recetaban jarabes. Creo que me tomé todos los jarabes para la tos del mercado, pero no había forma de pararla, hasta que llegó un momento en que me fui directamente a urgencias”, recuerda Escriche, quien también es vicepresidenta de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (Aeacap).
Por eso, desde su cargo en la Asociación, reclama la aplicación de programas de cribado en las comunidades autónomas, lo que “evitaría un gran sufrimiento a los pacientes y sería un ahorro considerable para el sistema sanitario”.
Una petición “muy necesaria” porque, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de pulmón es el tercer tumor más frecuente en España, tanto en hombres como en mujeres, además de ser el de mayor mortalidad global.
La sociedad científica calcula que en 2023 se diagnosticarán 31.282 casos de cáncer de pulmón, frente a los 30.948 de 2022.
- Te recomendamos -