MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La joven gallega María Codesido, con displasia esquelética, cursará este año Bachillerato Internacional en el UWC Red Cross Nordic College de Noruega, tras conseguir una de las becas que ofrece Fundación ONCE. Se trata de uno de los centros que Colegios del Mundo Unido tiene por todo el mundo. “Me ayudará a ampliar horizontes”, expone.
María ha terminado su formación en la ESO con Matrícula de Honor en el CPR Santiago Apóstol de Soutomaior, en Pontevedra. Tiene 17 años y habla gallego e inglés. Le gusta la natación y la música, ha formado parte de una banda de música y participa en un club de debate y un club de ciencias.
“En el primero debatimos distintos temas de la actualidad y debemos de ser capaces de posicionarnos en ambas posturas, lo que nos ayuda a tener una mente más abierta y ponerse en la situación de los otros. En el club de ciencias buscamos problemas actuales como el calentamiento global e intentamos solucionarlos aplicando los estudios y soluciones a nuestra comunidad”, explica María.
La joven gallega tiene displasia esquelética, pero ello no le impide ser una gran apasionada del deporte. En verano practica surf, paddle surf y windsurf, mientras en invierno snowboard. “En general me gustan los deportes y las actividades que conllevan adrenalina”, señala.
Asimismo, cuenta que su discapacidad es “parecida” a la acondroplasia, por lo que, principalmente, “es una cuestión de altura; cosas tan básicas como timbrar o el aseo personal eran bastante difíciles (algunas imposibles) sin las operaciones de alargamiento óseo”, asegura.
María recalca que se siente “afortunada” por haber obtenido esta beca, de la que espera que le haga crecer como persona, “poder aprender de otras culturas y ampliar mi punto de vista sobre el mundo”. “Ser consciente de otra realidad y poder trabajar en una comunidad con ideas diversas pero un objetivo y entusiasmo común. Espero obtener las habilidades y herramientas necesarias para el desarrollo de mi persona, realizar un cambio en el mundo, mejorarlo, aunque sea con un pequeño grano de arena”, añade.
“CREO QUE ME VA A AYUDAR A MADURAR”
Igualmente, expone que afronta esta nueva experiencia con el reto que supone alejarse completamente de su rutina y enfrentar este desafío sin nadie de su círculo y empezar una nueva etapa en un nuevo país, con una nueva cultura. “Creo que me va a ayudar a madurar y a adaptarme a las adversidades del mundo”, destaca.
Respecto al colegio que ha elegido, el UWC Red Cross Nordic, indica que le interesa la cultura nórdica y que ello le ayudará “a ampliar horizontes”. Además, subraya que le interesa su relación con la Cruz Roja con su programa de competencias básicas.
“Llevo una semana en el UWCRCN (Noruega) y la experiencia está siendo increíble a la par de enriquecedora, pero sobre todo única; ese tipo de situaciones que piensas que nunca te pasarán a ti. Es muy necesario que haya entidades como Fundación ONCE, que a la gente con discapacidad nos dejen demostrar lo que valemos y poder acceder a este tipo de oportunidad también. Lo mínimo que puedo hacer es dar las gracias”, concluye.
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