MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Una delegación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas viaja a República Democrática del Congo con el objetivo de evaluar la situación de seguridad, así como la implementación de la misión de la ONU en el país (MONUSCO).
Los miembros del Consejo de Seguridad, que estarán desde este jueves al domingo, visitarán la capital congoleña, Kinshasa, y la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, en la frontera este del país.
Así, durante la estancia en Kinshasa, se reunirán con altos cargos del Gobierno de RDC, como el presidente, Félix Tshisekedi; el primer ministro, Jean-Michel Sama Lukonde; representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático.
Por otro lado, durante la visita a Goma, los miembros del Consejo de Seguridad buscan evaluar la situación humanitaria a través de encuentros con las autoridades provinciales, representantes de grupos de mujeres o desplazados presentes en el país, según un comunicado de la MONUSCO.
Por su parte, el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha reiterado este miércoles un llamamiento a “todas las partes del conflicto” a respetar el Derecho Internacional Humanitario. También ha pedido la protección de la población y que se garantice el acceso a ayuda humanitaria.
Desde el inicio de la escalada entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde M23 más de 20.000 personas han sido desplazadas en Kivu Norte, mientras que durante el último año la cifra aumenta a un total de 800.000 personas afectadas por el conflicto.
El grupo rebelde está formado principalmente por tutsis congoleños y opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Expertos de la ONU apuntaron en diciembre a la existencia de “pruebas sustancias” sobre una “intervención directa” del Ejército ruandés en el conflicto.
Igualmente, destacaron una colusión entre el Ejército congoleño y varios grupos armados, incluidas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y los mai-mai, para combatir al M23, incluida la propuesta de grupos armados de “movilizar a 600 combatientes” para reforzar las filas de las Fuerzas Armadas.
Ruanda ha acusado a RDC de apoyar a las FDLR –un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda– y de utilizar a las milicias mai-mai –milicias nacionalistas congoleñas formadas para defender su territorio tribal frente a los numerosos grupos rebeldes activos desde los noventa– en el marco del conflicto. Asimismo, ha denunciado discriminación y actos de odio contra la minoría tutsi en el país vecino.
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