MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Una de cada dos viviendas tiene un aislamiento acústico “deficiente”.
Así lo advirtió este viernes la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un comunicado en el que recordó que las casas construidas antes de 1980 no estaban sujetas a un Código Técnico de Edificación que “obligara” a “aislar” techos, paredes y ventanas.
A este respecto recordó que mejorar el aislamiento de una vivienda reduce de manera “significativa” el ruido exterior, al tiempo que contribuye a reducir el coste en calefacción y refrigeración.
En concreto, calculó en unos 6.000 euros el coste de esta reforma en un segundo piso de 90 metros cuadrados con orientación norte y paredes colindantes con otras viviendas en una zona térmica como la de Madrid.
En cuanto al aislamiento de paredes con lana mineral o fibra de vidrio, que ofrecen un alto coeficiente de aislamiento térmico y acústico, resistencia al fuego y a la humedad, costaría 3.600 euros. En climas templados como el de Madrid se aconseja un grosor de 10 centímetros y ofrecería un ahorro energético de hasta un 70% además de una reducción del ruido de hasta 35 dcibelios (dB).
Por lo que respecta al aislamiento del suelo, lo calculó en 1.200 euros usando láminas de corcho o paneles de fibra de madera de dos centímetros, de buena capacidad de aislamiento térmico y acústico, que proporciona un ahorro energético de hasta un 10% y una reducción del ruido de hasta 20 dB.
AISLAMIENTO DE VENTANAS
Por lo que se refiere al aislamiento de ventanas, que calculó en 1.200 euros, sugirió cambiar las dos ventanas que dan al norte por otras con doble cristal y cámara de aire, vidrio bajo emisivo, que reduce la transferencia de calor, y marco de PVC o aluminio con rotura de puente térmico, lo que implica un ahorro energético de hasta un 30% y la reducción de ruido de hasta 15 Db.
En este contexto, la organización recomendó “aprovechar” las ayudas autonómicas disponibles para la mejora de la eficiencia energética con el fin de aislar también acústicamente la casa.
Su importe cubre al menos el 40% del coste de la reforma, si bien puntualizó que pare ello resulta “imprescindible” realizar antes y después una certificación energética de la vivienda que “demuestre” el ahorro energético conseguido, que debe ser superior al 30% en consumo de energía.
En paralelo, hizo hincapié en que, además, hay subvenciones añadidas para rehabilitar viviendas en poblaciones en “reto demográfico” (Plan Pree 5.000) y deducciones fiscales para la inversión en la rehabilitación de la vivienda habitual.
En este contexto, urgió a “agilizar” la tramitación de las ayudas, “simplificando” el papeleo y creando una ventanilla única e incluyendo el confort acústico entre los criterios para recibirlas.
En el caso de los consumidores vulnerables, estimó que deberían poder beneficiarse de subvenciones de hasta el 100% del importe, incluyendo el IVA; pero no deberían “condicionarse” a ser beneficiarios del bono social, ya que, lamentó, “alrededor de 1,2 millones de personas que tienen derecho a él no lo conocen o no saben cómo tramitarlo”.
Por último, la organización solicitó que su abono no supere los seis meses desde la solicitud.
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