MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Con motivo del Día Mundial de la Trombosis, que se celebra el próximo jueves, la doctora Ana Peiró, del Servicio de Urgencias del Hospital Arnau de Vilanova (Valencia), destaca que “una de cada 10 muertes en un hospital se debe a una trombosis, muchas veces de pacientes graves con una patología previa”.
De hecho, la enfermedad tromboembólica venosa (ETV) es una de las complicaciones más frecuentes y graves entre los enfermos hospitalizados. Por lo general, se trata de una enfermedad que posee una mayor prevalencia en los hombres. La edad media de las personas que padecen trombosis es de 65 años, y aumenta con el paso del tiempo. Sin embargo, las trombosis cerebrales se producen mayoritariamente en mujeres con una edad promedio entre los 20 y los 50 años.
Existe un mayor riesgo de sufrir trombosis entre los pacientes que están hospitalizados por patologías anteriores, como la insuficiencia cardíaca, la enfermedad pulmonar obstructiva, el cáncer o en aquellos que poseen antecedentes de tromboembolismo.
No obstante, según la doctora Peiró, “existe una gran dificultad para predecir qué pacientes pueden desarrollar síntomas de trombosis, puesto que se trata de una enfermedad que posee una naturaleza clínicamente silenciosa en muchos pacientes”. A pesar de ello, se suele emplear la escala de Wells, que mide la probabilidad que tiene un paciente de sufrir una trombosis, calculando el riesgo según sus síntomas.
Hasta un 60 por ciento de los casos de trombosis se producen durante o después de la hospitalización, lo que convierte a esta enfermedad en la principal causa de muerte evitable en hospitales. De hecho, el riesgo de aparición de la trombosis en los pacientes hospitalizados por causa médica se sitúa entre el 10 y el 20 por ciento. Sin embargo, cuando se utilizan medidas preventivas, este riesgo se reduce en un 50-60 por ciento.
De entre los diferentes tipos de trombosis, la embolia pulmonar es la primera causa de muerte prevenible, puesto que representa el 10 por ciento de la mortalidad hospitalaria. “No debemos confiarnos. El Covid-19 es un virus que genera trombosis con facilidad; además, la nueva forma de teletrabajar ha aumentado el riesgo de trombosis entre personas jóvenes, puesto que permanecen mucho más tiempo sentadas. Por ello, se aconseja a todas estas personas que se incorporen y se muevan con frecuencia para facilitar una correcta circulación de la sangre”, afirma la doctora.
Así las cosas, la especialista subraya algunos comportamientos que resultan esenciales para prevenir la trombosis: evitar el sobrepeso, procurar hacer ejercicio con regularidad y beber mucha agua.
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