MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Un grupo de 28 profesionales sanitarios y no sanitarios se desplazaron durante la primera quincena del mes de mayo a la ciudad de Zouerate, al norte de Mauritania, para ofrecer asistencia y formación en esta zona desfavorecida de la mano de la ONG HumanCoop.
Entre ellos, se encontraba Virginia Durán, patrona de la Fundación SEMG Solidaria y cirujana General y del Aparato Digestivo del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que desarrolló un programa nuevo en cirugía en un lugar en el que nunca se había realizado esta colaboración humanitaria.
“La mayoría de los esfuerzos en colaboración humanitaria en Mauritania están focalizados en Nuakchot. Sin embargo, la asistencia sanitaria en regiones remotas del país como es el norte de Mauritania en Bir Mogrein y en ciudades colindantes como Zouerate, aún precisa de esfuerzos y colaboración de otras entidades para su desarrollo”, ha destacado Durán en una entrevista ofrecida a Fundación SEMG Solidaria y recogida por Europa Press.
La especialista ha explicado que la ONG HumanCoop lleva años trabajando en el territorio de Bir Mogrein “con un proyecto muy transversal que pretende mejorar las condiciones sociosanitarias de la zona”.
“Una de las necesidades detectadas ha sido la asistencia quirúrgica a personas con escasos recursos, es por esto que esta ONG ha desarrollado un programa quirúrgico de cirugía general en Zouerate, una ciudad cercana (a 6 horas del Bir Mogrein por el desierto) pero que ofrecía unas instalaciones aceptables para la realización de cirugías. En este contexto, se solicitó generar un equipo quirúrgico que desarrollara por primera vez en ese terreno intervenciones quirúrgicas destinadas primordialmente a personas con escasos recursos”, ha detallado.
Por ello, entre el 1 al 12 de mayo, un grupo de 28 profesionales sanitarios y no sanitarios se desplazaron hasta la ciudad de Zouerate “con el fin de realizar formaciones y asistencia sanitaria en medicina general, digestivo y cirugía general”.
Para Durán, este viaje ha sido un desafío: “Desarrollar un programa nuevo en cirugía en colaboración humanitaria en un lugar en el que nunca se había realizado esta colaboración, ha sido un reto”.
“En primer lugar, me ha resultado difícil pero apasionante hacer entender nuestro papel al personal que trabaja allí habitualmente, de una forma respetuosa, incluyéndolos en el equipo de trabajo y haciéndoles sentir la importancia que ellos tienen. El establecer los circuitos de trabajo sin interrumpir el desarrollo de su actividad habitual, también ha sido un reto profesional”, ha destacado.
La cirujana ha recomendado la experiencia y espera repetir en un futuro. “Para mí no ha sido solo una experiencia, sino que veo en este proyecto muchas oportunidades de desarrollo. Mi intención es seguir creciendo y aprendiendo para poder aportar más a los demás ahora en este nuevo camino de colaboración que se ha abierto”, ha finalizado.
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