MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El juez de la Audiencia Nacional que investiga el asesinato a manos de ETA del juez del Tribunal Supremo Francisco Querol en octubre de 2000 ha tomado declaración este jueves a un testigo presencial que observó cómo un día antes de la explosión del coche bomba que acabó con la vida del magistrado vio como un individuo se afanaba en aparcar en un espacio reducido. El testigo, vecino de la zona, ha ratificado su declaración policial.
Fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, apuntan que el testigo ha recordado ante el juez instructor, Santiago Pedraz, lo mismo que presenció entonces, hace ya casi 23 años, y es que le llamó la atención que a eso de las 17.30 horas un individuo tratara de aparcar un Renault de color rojo en un sitio minúsculo.
Este testigo ha apuntado, no obstante, que en los reconocimientos fotográficos a los que asistió no logró reconocer al individuo, y ha señalado que ya entonces le comentaron que muy probablemente el etarra que dejó el coche bomba aparcado llevara peluca.
LA QUERELLA DE DIGNIDAD Y JUSTICIA
Cabe recordar que, además de Querol, en ese atentado con coche bomba perdieron la vida el chófer del magistrado, Armando Medina; el policía nacional Jesús Escudero, y un conductor de la EMT –empresa municipal de autobuses– llamado Jesús Sánchez. Otras 30 personas resultaron heridas.
Fue en diciembre de 2021 cuando el instructor dio curso a una querella de Dignidad y Justicia que buscaba esclarecer la presunta participación de la cúpula de ETA en el asesinato de Querol.
En marzo de este año fueron citados a declarar los exmiembros de la banda terrorista ETA Oier Goitia Abadía, Ana Belén Egües –‘Dolores’–, Gorka Palacios, Juan Luis Rubenach e Iván Apaolaza, y los ex jefes de ETA ‘Txapote’, ‘Jon’ y ‘Olga’. Todos se negaron a declarar ante el juez salvo Goitia, que indicó que por aquel entonces él estudiaba en Barcelona y se encargaba de mantener un piso en Salamanca para que pareciera ocupado.
En el marco de las pesquisas, el magistrado recibió el pasado noviembre un informe en el que la Guardia Civil identifica a ‘Iñaki de Rentería’, ‘Mikel Antza’, ‘Txapote’, ‘Jon’, ‘Baltza’, ‘Willy’, ‘Ramontxo’, ‘Anboto’ y ‘Olga’ como miembros de la cúpula terrorista que dio las “órdenes oportunas” para matar al juez, que entonces contaba con 69 años.
A lo largo de 307 páginas, el Instituto Armado sitúa a estos nueve exdirigentes de ETA como miembros de su “máximo órgano de dirección” en esa época que “habrían participado en el diseño, dirección, seguimiento, facilitación de medios e impartición de las órdenes oportunas para la materialización de la acción terrorista”.
La Guardia Civil enmarca el asesinato de Querol en la nueva estrategia acordada en 1997 “de forma colegiada” por la dirección etarra de iniciar una serie de atentados contra jueces, magistrados y fiscales, tras la caída en 1992 de la cúpula de ETA en Bidart (Francia).
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