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Un río de 460 kilómetros fluye bajo el hielo de la Antártida

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MADRID, 30 (SERVIMEDIA)

Un río inesperado casi tan largo como el Júcar debajo de la capa de hielo de la Antártida afecta el flujo y el derretimiento de la superficie helada, lo que puede acelerar potencialmente su pérdida a medida que el clima se calienta.

Este descubrimiento fue realizado por investigadores del Imperial College de Londres y la Universidad de Newcastle (Reino Unido), la Universidad de Waterloo (Canadá) y la Universiti Malaysia Terengganu (Malasia), y está explicado en un estudio publicado en la revista ‘Nature Geoscience’.

El río mide 460 kilómetros de largo y el estudio detalla cómo recolecta agua en la base de la capa de hielo antártica de un área del tamaño de Alemania y Francia juntas. Su descubrimiento muestra que la base de la capa de hielo tiene un flujo de agua más activo de lo que se pensaba anteriormente, lo que podría hacerlo más susceptible a los cambios en el clima.

“Cuando descubrimos por primera vez lagos debajo del hielo antártico hace un par de décadas, pensamos que estaban aislados unos de otros. Ahora estamos empezando a entender que hay sistemas completos ahí abajo, interconectados por vastas redes de ríos, tal como podrían estar si no hubiera miles de metros de hielo encima de ellos”, indica Martin Siegert, del Instituto Grantham en el Imperial College de Londres.

Siegert subraya que “la región en la que se basa este estudio tiene suficiente hielo para elevar el nivel del mar 4,3 metros en el mundo”. “La cantidad de este hielo que se derrite y la rapidez con la que se derrite está relacionada con lo resbaladiza que es la base del hielo. El sistema fluvial recién descubierto podría influir fuertemente en este proceso”, añade.

AGUA BAJO EL HIELO

El agua puede aparecer debajo de las capas de hielo de dos maneras principales: desde el agua de deshielo superficial que corre a través de grietas profundas o derritiéndose en la base debido al calor natural de la Tierra y la fricción a medida que el hielo se mueve sobre la tierra.

Sin embargo, las capas de hielo alrededor de los polos norte y sur tienen características diferentes. En Groenlandia, la superficie experimenta un fuerte derretimiento durante los meses de verano, donde inmensas cantidades de agua se canalizan a través de profundas grietas llamadas ‘moulins’.

Sin embargo, la superficie de la Antártida no se derrite en cantidades suficientes para crear ‘moulins’, ya que los veranos todavía son demasiado fríos. Se pensó que esto significaba que había relativamente poca agua en la base de las capas de hielo del continente.

El nuevo descubrimiento le da la vuelta a esta idea y muestra que hay suficiente agua del derretimiento basal para crear enormes sistemas fluviales bajo hielo de kilómetros de espesor.

El descubrimiento se realizó a través de una combinación de sondeos de radar aerotransportados, que permiten a los investigadores mirar debajo del hielo y modelar la hidrología de la capa de hielo. El equipo se centró en un área en gran parte inaccesible y poco estudiada que incluye hielo de las capas de hielo de la Antártida oriental y occidental, y llega al mar de Weddell.

El hecho de que un sistema tan grande no se haya descubierto hasta ahora es un testimonio de cuánto aún se necesita aprender sobre el continente, según Christine Dow, de la Universidad de Waterloo.

“A partir de las mediciones satelitales, sabemos qué regiones de la Antártida están perdiendo hielo y cuánto, pero no necesariamente sabemos por qué. Este descubrimiento podría ser un eslabón perdido en nuestros modelos. Podríamos estar subestimando enormemente la rapidez con la que se derretirá el sistema al no tener en cuenta la influencia de estos sistemas fluviales”, apunta.

CAMBIO CLIMÁTICO

Dow añade al respecto: “Solo sabiendo por qué se está perdiendo hielo podemos hacer modelos y predicciones de cómo reaccionará el hielo en el futuro bajo un mayor calentamiento global, y cuánto podría aumentar esto los niveles globales del mar”.

Por ejemplo, el río recién descubierto emerge al mar debajo de una plataforma de hielo flotante, donde un glaciar que se extiende desde la tierra es lo suficientemente flotante como para comenzar a flotar en el agua del océano. Sin embargo, el agua dulce del río agita agua más caliente hacia el fondo de la plataforma de hielo, derritiéndola desde abajo.

“Estudios anteriores han analizado la interacción entre los bordes de las capas de hielo y el agua del océano para determinar cómo se derrite. Sin embargo, el descubrimiento de un río que llega a cientos de kilómetros tierra adentro impulsando algunos de estos procesos muestra que no podemos entender completamente el derretimiento del hielo sin considerar todo el sistema: capa de hielo, océano y agua dulce”, explica Neil Ross, de la Universidad de Newcastle.

La existencia de grandes ríos bajo el hielo también debe tenerse en cuenta a la hora de predecir las posibles consecuencias del cambio climático en la Antártida. Por ejemplo, si los veranos son lo suficientemente cálidos como para causar un derretimiento de la superficie suficiente como para que el agua alcance la base de la capa de hielo, podría tener grandes efectos en los sistemas fluviales, lo que podría llevar a ese continente a un estado similar al de Groenlandia, donde la pérdida de hielo es mucho más rápida.


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