MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
La calidad de vida de las personas con enfermedades neurológicas se puede mejorar desde el ámbito deportivo y de la actividad física más cotidiano. La Fundación Segunda Parte se planea el reto de ofrecer sus programas de actividad física adaptada en centros deportivos locales y “democratizarla” para mejorar la calidad de vida de millones de personas.
Así lo indica a Servimedia Marta Pérez, presidenta de la fundación, proyecto que ofrece programas de actividad física adaptada a más de 200 personas cada semana, además de desarrollar la metodología ‘Pasabi’ para mejorar la salud y reducir la dependencia en personas con daño cerebral.
La tecnología está validada científicamente para mejorar la salud y reducir la dependencia en personas con daño cerebral. La fundación también capacita a técnicos deportivos en toda España mediante el Certificado Segunda Parte y colabora con el ámbito sanitario y educativo para promover la inclusión social.
Marta es doctora en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y desde 2011 lidera la investigación sobre beneficios de la actividad físico-deportiva en personas con daño cerebral adquirido con artículos científicos publicados en revistas de impacto. Ha gestionado y diseñado estrategias con un enfoque innovador y basadas en la evidencia científica. Su labor demuestra que la actividad física puede ser un motor de inclusión y cambio social profundo.
Todo ello le ha llevado a ser una de los cinco finalistas en los Premios Princesa de Girona (recibió 450 candidaturas en su categoría social) y tener el respaldo del Premio Iberdrola, lo que ella considera “una suerte” para poder hablar “del problema exponencial del número de personas con daño neurológico” a las que se puede ayudar a mejorar su calidad de vida.
El proyecto nació hace más de una década, explica a Servimedia, cuando estaban trabajando en el centro estatal de atención al daño cerebral. “Nos damos cuenta de que las personas que atendemos tienen una estancia de entre tres a ocho meses, que vuelven a casa en situación de discapacidad y el sistema sanitario no logra darles más rehabilitación”, argumenta.
Marta añade que vieron en ello “una gran oportunidad”, que consiste en “ofrecer ese programa de actividad física pero fuera, en centros deportivos municipales pero para personas en fase crónica”. Ahora trabajan en 14 centros con más de 200 personas, cuatro unidades hospitalarias y con un servicio de más de 80 horas semanales de actividad.
Sin embargo, reflexiona la cofundadora de la fundación: “Somos once personas en el equipo, para un colectivo de siete millones de personas con enfermedad neurológica en en España”. De ahí que se planteasen impulsar un sistema para “formar a técnicos deportivos municipales y privados para que se sientan capaces y con herramientas para atender a personas con daño neurológico” y “con el conocimiento” de la Fundación Segunda Parte.
Por ello, Marta y su equipo trabajan ahora en establecer una “nueva” relación “con la administración pública y empresas deportivas”, a través de alianzas, “para democratizar el acceso a la práctica de actividad física y convertir pacientes en deportistas”. Todo ello, resume, se llama “Certificado de Segunda Parte”.
“Su particularidad es que es para todos, no sólo para el técnico deportivo, también para la recepcionista, porque la primera barrera que se encuentra una persona con discapacidad es esa esa mirada de incomprensión de quien recibe en un centro a a una persona ‘a la que le falta un trozo de cráneo'”, concretó.
Así, ese certificado “acredita a centros que están preparados para recibir a personas con daño neurológico y que cuentan con todo el personal concienciado” para relacionarse y atender correctamente a personas que han tenido un ictus o están diagnosticadas de esclerosis múltiple, por ejemplo.
Para Marta Pérez, esa sensibilidad que hay que tener para entender y tratar correctamente a las personas con discapacidad “no debería darse sólo cuando el problema toque de cerca”. De hecho, comenta a Servimedia esta riojana, en su entorno directo no hay ninguna persona con problemas neurológicos pero tuvo un ‘flechazo’.
“Me enamoré del cerebro, necesitaba saberlo todo del cerebro dañado y me lancé con Juanjo García a cofundar el proyecto”, expone. Juanjo es licenciado en Ciencias del Deporte y pionero en la actividad físico-deportiva con personas don daño cerebral adquirido. También es autor de dos guías sobre Actividad físico-deportiva para este colectivo y de varios artículos científicos. Ahora, el “reto” en el que trabajan es “vincularlo a la administración pública” y, con el tiempo “no ser necesarios”. Pero para eso se precisa “mucha visibilización”.
Por propia experiencia, la presidenta de la fundación recuerda el cambio de mentalidad que han visto los profesionales que atienden a personas con daño neurológico tras el tratamiento con el deporte en la Fundación Segunda Parte.
Es el caso de Alex, que a los 17 años, tras tener un accidente con 8 años que le provocó un traumatismo craneoencefálico, hizo natación con Marta, con “un trabajo grande y guionizado” desde “septiembre a Navidad”. “A la vuelta de las vacaciones la madre me abrazó, porque el neurólogo le había preguntado que qué había pasado, que en todos los años que llevaba como paciente nunca había visto una mejoría tan grande como esos meses. La madre me dijo que le habíamos cambiado el pronóstico y que el neurólogo no se lo podía creer. Por eso los neurólogos son nuestros mejores aliados”, reconoce la investigadora.
La experta remarca la importancia de la actividad física ante una población que tendrá cada vez más discapacidades. “Una de cada cuatro personas va a tener un ictus. El aumento es exponencial de daño neurológico y también lo es exponencial de costes económicos. Si incorporamos una vida activa, vamos a ahorrar costes al Estado”, concluye.
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