MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad Médica de Fujian (China) han identificado un gen que interactuaba con el estrés para mediar aspectos del trastorno depresivo mayor (TDM) resistente al tratamiento, una afección de salud mental generalizada que, para muchos, resulta incapacitante.
Desde hace tiempo se sabe que el TDM tiene influencias tanto genéticas como ambientales. En un nuevo estudio en ‘Biological Psychiatry’, publicado por Elsevier, los investigadores han estudiado este proceso en un modelo animal, concretamente modelo de ratón de depresión inducida por estrés llamado estrés de derrota social crónica (CSDS, por sus siglas en inglés), en el que los ratones están expuestos a ratones agresores diariamente durante dos semanas.
“La evidencia emergente sugiere que el TDM es una consecuencia de la combinación de riesgos genéticos y factores ambientales, por lo que es crucial explorar cómo la exposición al estrés y el riesgo Los genes contribuyen conjuntamente a la patogénesis del TDM”, señala Jing Zhang, de la Universidad Médica de Fujian y autor principal del estudio.
El estudio se ha centrado en un gen llamado LHPP, que interactúa con otras moléculas de señalización en las sinapsis neuronales. El aumento de la expresión de LHPP en los ratones estresados agravó los comportamientos similares a la depresión al disminuir la expresión de BDNF y PSD95 mediante la desfosforilación de dos proteínas quinasas, CaMKIIa y ERK, bajo exposición al estrés.
“Curiosamente, las mutaciones de LHPP (E56K, S57L) en humanos pueden mejorar la señalización de CaMKIIa/ERK-BDNF/PSD95, lo que sugiere que portar mutaciones de LHPP puede tener un efecto antidepresivo en la población”, añade el doctor Zhang.
El TDM es una condición extremadamente heterogénea. Las diferencias en los tipos de depresión que experimentan las personas influyen en la forma en que responden al tratamiento. Un gran subgrupo de personas con depresión no responde a los medicamentos antidepresivos estándar y tiene síntomas de depresión “resistentes al tratamiento”.
Estos pacientes suelen responder a diferentes medicamentos, como ketamina o esketamina, o a la terapia electroconvulsiva. En particular, la esketamina alivió notablemente los comportamientos similares a la depresión inducidos por la LHPP, mientras que el fármaco tradicional fluoxetina no lo hizo, lo que sugiere que el mecanismo podría ser la base de algunos tipos de depresión resistente al tratamiento.
“Tenemos una comprensión limitada de la neurobiología de las formas de depresión resistentes al tratamiento. Este estudio identifica un mecanismo de riesgo de depresión para conductas relacionadas con el estrés que no responden a un antidepresivo estándar pero responden bien a la ketamina. Esto puede sugerir que los mecanismos de riesgo asociados con el gen LHPP arrojan luz sobre la biología poco conocida de las formas de depresión resistentes al tratamiento”, ha añadido John Krystal, editor de ‘Biological Psychiatry’.
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