BEIRUT, 21 (DPA/EP)
La bebé que nació bajo los escombros de un edificio derrumbado tras el terremoto en Siria ha sido adoptada por su tía y ya se encuentra con su nueva familia.
La niña, apodada en redes sociales como ‘bebé milagro’, fue rescatada con vida tras el terremoto del 6 de febrero, en el que fallecieron sus padres y sus cuatro hermanos.
Según los equipos de rescate, cuando fue encontrada estaba aún unida a su madre a través del cordón umbilical. Es su tía materna, Hala, quien ahora se ha hecho cargo de ella, después de confirmar su relación.
El director del hospital en el que estaba siendo tratada, el doctor Jalil Sawadi, ha confirmado a la agencia DPA que “las autoridades judiciales se la llevaron hace dos días y la entregaron a su tía tras confirmar el parentesco con un test de ADN”. También ha asegurado que la niña se encuentra en buen estado de salud.
El marido de su tía, Jalil Sawadi, ha explicado a la agencia que acogerá a la niña: “Será como mi hija, haré lo que sea por ella, y ella será mi séptima hija”. El matrimonio también ha tenido una hija recientemente, tan solo tres días después del terremoto.
La niña, llamada Aya por el personal del hospital que la atendió y rebautizada como Afraa, el nombre de su madre, vive ahora en Jindires, al noroeste de Siria, después de que la casa de su nueva familia resultase dañada en el terremoto que volvió a sacudir el país el pasado 20 de febrero.
ADOPTADA DESPUÉS DE VARIOS INTENTOS DE SECUESTRO
Tras convertirse en un fenómeno mundial en redes sociales, al conocerse la noticia y condiciones de su rescate, la niña sufrió varios intentos de secuestro, según confirmó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Durante su ingreso en un hospital de la localidad de Afrin, sufrió tres intentos de secuestro por parte de la División Sultán Murad, una facción rebelde siria que recibe respaldo de Turquía y que está acusada del uso de niños soldado en el marco del conflicto en el país árabe.
Tras su rescate, varias organizaciones realizaron llamadas y ofertas multimillonarias para adoptarla, un ímpetu que habría llevado a algunas facciones a irrumpir en el hospital, tratando de secuestrar a la niña, según denunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Asimismo, miembros del Gobierno sirio de Bashar al Assad se habrían presentado en nombre de unos comerciantes de Damasco para adoptarla, asegurando que pertenecían a una organización benéfica. Más tarde, como pudieron verificar los médicos del hospital, la asociación estaba a nombre de Asmaa al Assad, la esposa del presidente sirio.
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