Durante las ‘Jornadas de actualización de abordaje de las conductas adictivas’
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 24 (EUROPA PRESS)
El doctor José María García Basterrechea, especialista en medicina interna, experto en drogodependencias y ex director de la Unidad de Adicciones del Hospital Reina Sofía de Murcia, ha abogado por un debate científico sobre las alternativas al tabaco de combustión, señalando el debate que existe en la actualidad a veces es muy excluyente y enconado”.
Así lo ha puesto este viernes de manifiesto durante la ‘Mesa Adicciones: sustancias y comportamentales’ que ha tenido lugar en el marco de las ‘Jornadas de actualización de abordaje de las conductas adictivas’ que ha organizado el Colegio Oficial de Psicología de Las Palmas y que ha estado moderada por el decano de la institución, Francisco Javier Sánchez Eizaguirre.
En el transcurso de su intervención ‘El abordaje de la adicción al tabaquismo’, García Basterrechea explicó que unas 300 millones de personas son fumadoras diarias en el mundo, de los que alrededor de 9 o 10 millones están en España, lo que supone el 33% de la población nacional.
“Y esto genera mucha mortalidad -dijo–, más de 8 millones de personas en el mundo. Esto es una enfermedad, no es elegida, no es culpa del fumador pero sí tiene responsabilidad”.
También hizo especial hincapié en que el tabaquismo es una enfermedad del cerebro en el que juegan diferentes factores como sociales, económicos o familiares, así como las alteraciones químicas que se producen en el cerebro, recordando que se ha demostrado que las medidas preventivas, empaquetado neutro o aumento de los impuestos “son medidas eficaces”.
En cuanto a lo que pueden hacer los sanitarios, indicó que hay que identificar a los fumadores para que, como mínimo, se haga una intervención breve de dos o tres minutos para instar a que se deje de fumar y que inicien un tratamiento, ya que, observó, el 60% de los fumadores quiere dejar de fumar.
“Los medios que tenemos en estos momentos cobra el tabaquismo son terapias de tipo cognitivo-conductual con el apoyo, no imprescindible pero sí eficaz, de los fármacos que existen en estos momentos que son pocos, fundamentalmente antidepresivos o sustancias sustitutivas de la nicotina, que son una ayuda”, aseveró.
UN DEBATE “A VECES MUY EXCLUYENTE”
Respecto a qué hacer ante esta situación, recordó que hay un debate “a veces muy excluyente y enconado” sobre alternativas al tabaco de combustión para reducir el daño.
“En mi opinión –continuó–, el método científico debe valorar lo que está ocurriendo pero hay una exclusión de los que dicen ‘no’ a las políticas de reducción de daños del tabaco. Y hay otras personas que opinamos que la práctica cotidiana está demostrando que se disminuye el número de fumadores”.
Para el especialista, no se trata de terapias que están exentas de riesgo aunque matizó que dichos riesgos son mucho menores que el tabaco de combustión.
Al mismo tiempo incidió en que, obviamente, lo mejor es “no fumar”, la prevención y el abandono del tabaco, pero que las personas que no quieren o no pueden dejarlo precisan de otras alternativas.
“La realidad objetiva de las encuestas indican que con las políticas actuales no se está disminuyendo el consumo de tabaco”, expuso para agregar que en países como Suecia, Japón, Nueva Zelanda o Canadá los datos señalan a que son alternativas “francamente válidas”.
“Lo que yo planteo es: hablemos los científicos, utilicemos el método racionalista de discusión científica, comparemos, estemos atentos y transmitamos una idea general a los ciudadanos, que son los que nos interesan, las personas enfermas”, concluyó.
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN ADICCIONES CON SUSTANCIA
Por otro lado, entre los ponentes de la mesa ha estado Francisco Ramírez Acosta, de la Fundación Forja, que ha hablado sobre ‘Intervención psicológica en adicciones con sustancia’.
Aquí, ha apostado por un abordaje multidisplinar de las adicciones; es decir, un tratamiento que incluya tanto aspectos sociales como psicológicos poniendo de relieve las actuaciones de los principales centros especializados en adicciones e intentando añadir modelos que están en auge en la actualidad.
Se refirió en este punto a que lo congnitivo-conductual es lo que ha habido siempre y que sigue estando en la base del tratamiento.
No obstante, Ramírez Acosta afirmó que cada vez más se aboga por modelos integrados que incluyan partes de modelos psicoanalíticos en lo que se refiere al análisis de la transferencia y relacionados con el apego y el trauma, “que están muy vinculados a las adicciones”.
Además, observó que según diferentes modelos hay varios puntos en los que una persona con adicciones puede estar; precontemplación, contemplación, preparación para la acción, acción, mantenimiento y recaída. “Hay que intentar saber en qué punto está la persona para, a partir de ahí, adaptar el tratamiento y propiciar el diálogo del cambio”, explicó.
LAS ADICCIONES EN LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Finalmente, el doctor Carlos Mur de Viu, especialista en adicciones y jefe del Servicio de Salud Mental del Servicio Andorrano de Atención Sanitaria, se ha centrado en ‘Las adicciones en las nuevas tecnologías’.
“Las nuevas tecnologías están cambiando la relación entre las personas y modificando las formas de relacionarnos, de crecimiento personal, de relaciones intrafamiliares y de diferentes valores sobre los que edificamos una nueva sociedad, no solo por el uso, sino por el abuso”, incidió el experto
Mur de Viu insistió en que la adición a las nuevas tecnologías es una enfermedad en el cerebro que tiene relación con otros trastornos mentales y que, como otras adicciones, requiere un abordaje dinámico y complejo que se adapte a las nuevas necesidades.
“Si hay una franja de edad en la que el problema empieza a ser acuciante es en la infancia y la etapa adolescente, incluso en edades muy tempranas, por lo que hay que hacer un llamamiento a la educación para poner las bases de una prevención”, dijo.
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