MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Las personas mayores con deterioro cognitivo leve (DCL) pueden tener dificultades para tomar decisiones cotidianas, según ha advertido un estudio realizado por investigadores de la Keck School of Medicine de la Universidad de California del Sur (Estados Unidos).
El deterioro cognitivo leve (DCL) es una forma de pérdida de capacidad cognitiva que puede preceder a la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia. Las personas con DCL tienen algunos problemas de memoria y pensamiento, pero en gran medida pueden llevar una vida independiente.
Investigaciones anteriores sugieren que los adultos con DCL pueden tener peor juicio que los que no lo padecen a la hora de tomar decisiones financieras y sanitarias. Pero, ¿cómo y cuándo afecta el deterioro relacionado con la edad a la toma de decisiones cotidianas, y cómo pueden las familias y las comunidades ayudar a los mayores a equilibrar autonomía y seguridad?
Este nuevo estudio, financiado en parte por los Institutos Nacionales de Salud, ha analizado ahora la toma de decisiones de forma más holística y en una población más amplia de adultos mayores.
Los investigadores descubrieron que los participantes con DCL obtuvieron resultados significativamente peores en una prueba de cuatro tipos de capacidades de toma de decisiones en comparación con los adultos mayores cognitivamente sanos.
“Esta evidencia adicional ayuda a replicar nuestros estudios anteriores y nos hace más seguros de que los adultos mayores con DCL podrían tener problemas con ciertos tipos de decisiones”, ha explicado Duke Han, uno de los autores de esta investigación, publicada en la revista científica ‘Journal of Alzheimer’s Disease’.
Esto podría indicar que los adultos con DCL tal vez deseen buscar apoyo para ciertos tipos de decisiones, como las económicas o si es seguro seguir conduciendo. Pero los investigadores hacen una importante advertencia: los adultos con DCL pueden hacer muchas cosas por sí mismos.
“El estudio no implica que las personas mayores con DCL sean incapaces de tomar buenas decisiones de forma independiente. Aunque las personas con DCL pueden beneficiarse de recursos adicionales, de ayuda durante la toma de decisiones o de ambas cosas, será importante encontrar un equilibrio entre el apoyo y el respeto a la autonomía”, ha precisado la primera autora del artículo, Laura Fenton.
Para explorar el vínculo entre el DCL y la toma de decisiones, los investigadores analizaron a los participantes inscritos en el estudio Advancing Understanding of Transportation Options, un análisis de la toma de decisiones en la conducción entre adultos mayores.
El análisis incluyó datos de 301 adultos mayores con una edad media de 77,1 años, repartidos en tres lugares (Denver, Indianápolis y San Diego). El uso de datos de varias regiones hace que los resultados sean más aplicables en general.
Los investigadores examinaron la toma de decisiones con una evaluación modificada conocida como Evaluación portátil breve de la capacidad para la toma de decisiones cotidianas (SPACED, por sus siglas en inglés).
Las personas mayores respondieron a preguntas sobre una situación hipotética: un familiar recibía un aviso de impago de la compañía eléctrica y debía decidir si pagar la factura o marcharse del país para evitar el problema.
Se pidió a los participantes que explicaran el problema y comentaran las ventajas, desventajas y posibles consecuencias de las dos soluciones propuestas.
A continuación, evaluadores formados puntuaron cuatro tipos de capacidades de toma de decisiones en función de la coherencia de cada respuesta: comprensión, apreciación, razonamiento comparativo y razonamiento consecuencial.
Los participantes con DCL obtuvieron una media de 2,17 puntos menos en el SPACED que los que no lo padecían. Entre los individuos cognitivamente sanos, el 79,9 por ciento obtuvo una puntuación perfecta en el SPACED; entre los que padecían DCL, el 57,1 por ciento obtuvo una puntuación perfecta.
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