MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La Inteligencia Artificial tiene el potencial de promover un aprendizaje de idiomas “menos intrusivo y más diverso”, lo que permite un mejor acceso al aprendizaje a los alumnos neurodiversos -con autismo, dislexia, déficit atencional con hiperactividad (TDAH), entre otros- y a los que presentan disparidades entre su inglés hablado y escrito.
Así lo refleja el estudio ‘The Future of English: Global Perspectives’ elaborado por el British Council, a partir de las conclusiones extraídas en mesas redondas en las que han participado 92 expertos y responsables de políticas educativas de 49 países y territorios de todo el mundo, entre los que se encuentra España.
La investigación concluye que la visión inclusiva del aprendizaje del inglés “es cada vez más necesaria y demandada” y los expertos recalcan la creciente demanda de materiales debidamente accesibles.
También destaca algunos beneficios de la aplicación de la Inteligencia Artificial en la enseñanza de idiomas tales como la tutoría inteligente (responder a las preguntas de los alumnos y proporcionar explicaciones), la personalización de contenidos adaptados a las necesidades individuales, la retroalimentación automática (proporcionar correcciones y respuestas rápidas), la escalabilidad, la inmediatez, la ruptura de barreras geográficas, el incremento de la eficiencia, la optimización del tiempo o una experiencia de aprendizaje “atractiva y amena” proporcionada por la interactividad o la gamificación.
“Una de las principales conclusiones que se desprenden de este informe es que el inglés ya no puede considerarse como una lengua extranjera más. Se trata de una lengua franca global y común, un vehículo de entendimiento entre distintas culturas”, ha explicado la directora del grupo de investigación de ‘The Future of English’ en el British Council, Mina Patel.
Para Patel, la demanda del inglés como lengua franca “seguirá siendo fuerte en un futuro, como consecuencia del creciente multilingüismo, la movilidad global y el empleo de las redes sociales como plataformas de comunicación y educación informal”.
En el mundo académico el inglés representa ya alrededor del 90% de las publicaciones y el 60% del contenido de Internet está también en este idioma, una cifra que contrasta con el número de usuarios de la red que lo tiene como primera lengua, que se sitúa en torno al 25%.
El estudio muestra cómo el inglés es ya una herramienta de comunicación necesaria y no un idioma extranjero, puesto que está tan integrado en el día a día “que no puede considerarse como foráneo” y es ya habitual que dos personas utilicen el inglés para comunicarse sin que ninguna de ellas tenga este idioma como primera lengua.
“Los hablantes moldean y reconstruyen constantemente el idioma de forma dinámica, usando una u otra de sus lenguas en función de sus necesidades y las de sus interlocutores (lo que se conoce como ‘translanguaging’). Así, en muchas sociedades, el inglés ya forma parte de una mezcla de lenguas y se transforma a medida que surgen necesidades y usos”, concluye la investigación.
De hecho, el concepto del inglés ‘nativo’, imperante hace unos años, está evolucionando hacia la idea de ‘competencia’ en el idioma. El informe señala que se ha producido un cambio gradual en los últimos años, abandonando el ideal de dominio ‘nativo’ hacia un enfoque más aplicado y contextualizado de la competencia lingüística.
“Esta investigación hace hincapié en un concepto que será clave en los próximos años: el inglés como ‘competencia intercultural’. Así, el idioma se convierte en una herramienta necesaria e integrada en el día a día de las personas. Ya no es considerada como un idioma extranjero, sino como un vehículo que nos permite relacionarnos y conseguir nuestros objetivos en un mundo multilingüe en el que conviven una gran variedad de lenguas y culturas que tienen grandes implicaciones en la configuración de identidades nacionales”, explica Mina Patel.
3.000 MILLONES DE PERSONAS TIENEN CONTACTO CON EL INGLÉS A DIARIO
Casi un tercio del mundo habla inglés (2.300 millones de hablantes estimados) y un total de 3.000 millones de personas tienen contacto con el inglés todos los días. El inglés es, además, la lengua oficial en 67 naciones y en otras 27 tiene un papel de lengua no oficial.
Según desgrana ‘The Future of English’, la empleabilidad es una de las principales motivaciones para aprender inglés, ya que un dominio alto de este idioma “se ha convertido en un requisito habitual en las ofertas de empleo, no sólo para los puestos de alta dirección, sino también para las posiciones base”.
En cuanto a la evolución de la competencia de inglés requerida en el ámbito laboral, detalla que el lugar de trabajo moderno es “dinámico y complejo” desde el punto de vista lingüístico, social y cultural. En él, el inglés “no existe de forma aislada sino en un contexto en el que cada vez cobran más importancia la competencia intercultural, la resolución de problemas, la alfabetización digital o el teletrabajo”.
Esta evolución en los contextos laborales está propiciando también un cambio en las necesidades de los empleadores, “que cada vez dan más importancia a las destrezas orales y auditivas, por encima incluso de la gramática y el vocabulario”.
La nueva realidad en el ámbito laboral, unida también a la demanda del inglés para fines académicos y de ocio, obliga a repensar la enseñanza del idioma, incorporando al mismo tiempo la competencia intercultural y la alfabetización digital.
Así, los expertos aseguran que el aprendizaje se plantea “más contextualizado, personalizado e individualizado”, para que pueda dar respuesta a las necesidades actuales, más pegadas a las demandas prácticas de la vida profesional y personal de sus estudiantes.
“Para ello, el equilibrio entre métodos formales e informales de aprendizaje será una de las claves. Sumado a un concepto de competencia lingüística más flexible y conectado con las necesidades de manejo del inglés en los diferentes contextos”, indica la investigación, destacando que es necesario conjugar un uso más informal del inglés en entornos de comunicación como el de las redes sociales, con una certificación formal de los niveles para necesidades de empleo y estudios internacionales.
El informe también destaca la importancia de contar con profesores cualificados y formados. En este sentido, se pone de relieve que continuarán siendo una pieza fundamental, incluso frente al aumento de la automatización y la IA, que se han acelerado en los últimos años, con consecuencias directas en la digitalización de la educación y en la enseñanza de idiomas.
En este sentido, ‘The Future of English: Global Perspectives’ se hace eco de la disrupción que podría suponer la entrada en el sector de multinacionales como Google, a través de enfoques basados en la Inteligencia Artificial y de propuestas de aprendizajes “formales e informales mucho más individualizadas”.
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