MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Cuando las mujeres sufren crisis de migraña, a menudo es justo antes o durante la menstruación. Un equipo de investigadores de la Charité – Universitätsmedizin Berlin (Alemania) ha encontrado una posible explicación.
Según su estudio, publicado en la revista científica ‘Neurology’, las mujeres que sufren migrañas tienen niveles más altos de CGRP durante la menstruación. El CGRP es un neurotransmisor que desempeña un papel importante en el desencadenamiento de las migrañas.
Las mujeres sufren migrañas el triple que los hombres. Los ataques tienden a agruparse en torno a la menstruación, cuando también son más graves, y lo mismo ocurre al inicio de la menopausia. En muchos casos, los síntomas mejoran durante el embarazo, y la frecuencia de las migrañas también disminuye tras la menopausia.
Los investigadores saben desde hace tiempo que existe una relación entre las fluctuaciones hormonales y las migrañas, pero sigue sin estar muy claro cómo exactamente estos cambios desencadenan la migraña.
“Los modelos animales sugieren que las fluctuaciones de las hormonas femeninas, especialmente los estrógenos, provocan un aumento de la liberación de CGRP, un neurotransmisor inflamatorio, en el cerebro. El nombre completo de CGRP es péptido relacionado con el gen de la calcitonina. Es una sustancia que se produce de forma natural en el organismo y, cuando una persona sufre una crisis de migraña, se liberan niveles crecientes que dilatan -o ensanchan- significativamente los vasos sanguíneos del cerebro. Esto provoca una respuesta inflamatoria que podría ser una de las razones de los fuertes dolores de cabeza que sufren las personas con migraña”, ha detallado la doctora Bianca Raffaelli, directora del estudio.
AUMENTO DE LOS NIVELES DE CGRP DURANTE LA MENSTRUACIÓN
El grupo de investigación estudió a un total de 180 mujeres para determinar si la relación entre las hormonas femeninas y la liberación de CGRP existe también en los seres humanos. Los investigadores analizaron los niveles de CGRP en pacientes con migraña dos veces durante su ciclo, con una medición tomada durante la menstruación y la otra durante la ovulación.
Cuando se compararon los datos con los de mujeres que no sufren migrañas, quedó claro que las pacientes migrañosas tienen concentraciones de CGRP significativamente más altas durante la menstruación que las sujetas sanas.
“Esto significa que cuando los niveles de estrógeno descienden inmediatamente antes del inicio del periodo menstrual, las pacientes migrañosas liberan más CGRP. Esto podría explicar por qué estas pacientes sufren más ataques de migraña justo antes y durante la menstruación”, ha destacado Raffaelli.
En cambio, en las mujeres que toman anticonceptivos orales apenas se producen fluctuaciones en los niveles de estrógenos. Como demostraron los investigadores en este estudio, las concentraciones de CGRP también son uniformes a lo largo del “ciclo artificial” provocado por la anticoncepción oral, observándose niveles comparables tanto en las pacientes con migraña como en las mujeres sanas. Los investigadores hicieron una observación similar en mujeres posmenopáusicas.
“Los datos deberán confirmarse en estudios más amplios, pero nuestros resultados sugieren que la liberación de CGRP depende del estado hormonal en los seres humanos, al igual que en el modelo animal. De hecho, la toma de píldoras anticonceptivas y el final de la menopausia alivian la migraña en algunas mujeres. Pero, como también demuestra nuestro estudio, hay mujeres que sufren migraña incluso sin fluctuaciones hormonales. Sospechamos que otros procesos corporales desempeñan un papel en el desencadenamiento de los ataques en esas pacientes. Al fin y al cabo, el CGRP no es el único péptido inflamatorio que puede provocar un ataque de migraña”, ha señalado Raffaelli.
Dado que el CGRP desempeña un papel tan fundamental en las migrañas, los investigadores han desarrollado en los últimos años nuevos medicamentos conocidos como inhibidores del CGRP para actuar sobre este neurotransmisor.
A partir de este estudio, la pregunta ahora es si funcionan los inhibidores del CGRP de forma diferente en distintos estados hormonales. También si sería buena idea administrar estos fármacos en función de la fase del ciclo en que se encuentre la persona.
El equipo planea ahora estudiar qué otros procesos físicos se ven influidos por el ciclo menstrual, contribuyendo potencialmente a la migraña, como el funcionamiento de los vasos sanguíneos o la excitabilidad cerebral. Los investigadores también tienen previsto analizar más detenidamente los niveles de CGRP en hombres de distintos grupos de edad.
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