MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Científicos de la Universidad Metropolitana de Osaka (Japón) han demostrado que las señales visuales de la comida pueden afectar al comportamiento alimentario incluso cuando no se es consciente de ellas.
La obesidad es una de las principales patologías relacionadas con el estilo de vida y se sabe que está asociada al infarto de miocardio, el ictus y la carcinogénesis. Los enfoques para regular la conducta alimentaria se utilizan ampliamente en un esfuerzo por controlar la obesidad, pero se ha informado de que aproximadamente la mitad de las personas que reciben orientación dietética vuelven a su peso original en un plazo de cinco años.
Para explicar la eficacia limitada de este tipo de orientación, una hipótesis sugiere que no sólo los procesos neuronales conscientes, a los que se dirige la orientación dietética, sino también los procesos neuronales inconscientes desempeñan un papel importante en el control de la conducta alimentaria. Sin embargo, no había estudios que examinaran directamente la validez de esta hipótesis a nivel de la actividad neuronal.
Este trabajo, publicado en la revista científica ‘PLOS ONE’, ha revelado que en la circunvolución frontal inferior, una región del lóbulo frontal del cerebro que controla la conducta alimentaria, la actividad neuronal difiere en respuesta a los estímulos visuales de la comida, o imágenes de alimentos, dependiendo de si esas imágenes se presentan de forma consciente o inconsciente.
Utilizando un cuestionario para evaluar a los participantes en el estudio, el equipo descubrió que esta diferencia estaba asociada a sus puntuaciones en las conductas alimentarias, incluida la alimentación emocional y la restricción cognitiva de la ingesta de alimentos. Estos resultados indican que la conducta alimentaria no puede entenderse sin tener en cuenta los procesos neuronales tanto inconscientes como conscientes.
“Si en futuras investigaciones logramos saber más sobre cómo los procesos neuronales inconscientes controlan la conducta alimentaria, podremos combinar esa información con nuestros conocimientos actuales sobre los procesos neuronales conscientes para desarrollar métodos más eficaces de regulación de la conducta alimentaria”, ha comentado el líder de la investigación, el profesor Takahiro Yoshikawa.
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