MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Cuanto antes empiezan los bebés a probar pequeñas muestras de comida sólida, antes comen más alimentos y dejan de tomar el pecho, según un estudio de la Universidad de Uppsala y la Universidad de Sophiahemmet (Suecia).
La lactancia materna tiene muchos beneficios para la salud tanto del niño como de la madre. Por ejemplo, el niño está protegido contra las infecciones durante la lactancia, y tanto la madre como el niño tienen un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Desde 2011, la Agencia Nacional Sueca de Alimentación aconseja a los padres que pueden introducir pequeñas degustaciones para los lactantes a partir de los cuatro meses de edad. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en cambio, recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses y la lactancia materna continuada durante al menos dos años o más.
Estas recomendaciones se aplican en todos los países del mundo, incluida Suecia, entre otras razones porque se ha confirmado científicamente que la lactancia materna tiene importantes efectos positivos en la salud tanto de las mujeres como de los niños.
La leche materna contiene sustancias que protegen al niño de infecciones como la neumonía y las infecciones urinarias mientras dura la lactancia. La leche materna también reduce el riesgo de que el niño se vea afectado por enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes en etapas posteriores de su vida. Las mujeres que dan el pecho tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer de ovario, cáncer de mama y diabetes de tipo 2.
En esta nueva investigación, publicada en la revista científica ‘International Breastfeeding Journal’, participaron 1.251 lactantes de toda Suecia y sus madres.
Cuando las madres respondieron a preguntas sobre la alimentación del niño durante el primer año de vida rellenando cuestionarios, se puso de manifiesto que alrededor de la mitad de los niños del estudio, el 48 por ciento, recibían degustaciones ya en el cuarto mes.
Cuanto antes empezaban los bebés con las pequeñas degustaciones, antes comían mayores cantidades de alimentos sólidos. Esto, a su vez, provocó un final más temprano de la lactancia materna y una menor duración de la misma para estos niños.
Estudios anteriores han demostrado que casi todas las mujeres afirman querer amamantar a su hijo. Los consejos contradictorios de la OMS y la Agencia Nacional Sueca de Alimentación, y las recomendaciones no respaldadas por pruebas, como las pequeñas degustaciones, dificultan que las madres que quieren dar el pecho encuentren apoyo para hacerlo, y sólo el 10 por ciento de los niños suecos reciben lactancia materna completa durante seis meses.
La ONU afirma que la lactancia materna garantiza que el niño pueda ser alimentado con seguridad en caso de guerra o crisis, como un fallo en el suministro energético o la escasez de alimentos infantiles. Investigaciones anteriores demuestran que en los países occidentales se salvarían más vidas de mujeres que de bebés si se siguiera la recomendación de la lactancia materna completa durante seis meses.
“Por esta razón, es de vital importancia que las autoridades públicas en Suecia tengan recomendaciones que promuevan la lactancia materna y estén en línea con las recomendaciones de la OMS. De lo contrario, el riesgo es que las madres dejen de amamantar antes y que tanto la madre como el niño corran un mayor riesgo de sufrir consecuencias adversas para la salud”, ha remachado Eva-Lotta Funkquist, una de las líderes del estudio.
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