Katumbi denuncia un “robo electoral” y un intento de “imponer un régimen surgido del fraude y la traición”
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Un candidato opositor a la Presidencia de República Democrática del Congo (RDC) ha presentado una reclamación ante el Tribunal Constitucional para que anule los resultados de las últimas elecciones, en las que el mandatario, Félix Tshisekedi, se ha hecho con la victoria, alegando que el proceso se ha visto marcado por numerosas irregularidades.
La Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) anunció el lunes que Tshisekedi había vencido con más del 73,3 por ciento de los votos, seguido por los importantes opositores Moise Katumbi y Martin Fayulu, quienes recabaron cerca del 18 y del 5,3 por ciento de las papeletas, respectivamente.
Sin embargo, en las últimas horas el opositor Theodore Ngoy ha recurrido al Tribunal Constitucional para pedir la anulación de las elecciones del 20 de diciembre, que tuvieron que ser prorrogadas durante dos días debido a los retrasos en la apertura de colegios electorales y los incidentes violentos, que se saldaron con cerca de 20 muertos.
El paso dado por Ngoy, quien obtuvo el 0,02 por ciento de los respaldos, llega en medio de las denuncias por irregularidades por parte de numerosos opositores, incluido Katumbi, quien ya antes del anuncio de los resultados por parte de la CENI anunció que no aceptaría una victoria de Tshisekedi que daba por segura.
De hecho, el propio Katumbi reiteró el miércoles su negativa a aceptar los resultados del “robo electoral del 20 de diciembre” y recalcó que el país “vive una enésima usurpación de su soberanía”, según ha informado la emisora congoleña Radio Okapi.
“Nadie puede convertirse en cómplice de este fraude electoral que nunca aceptaremos”, manifestó el opositor, que figuraba como uno de los principales aspirantes a la Presidencia de RDC. “Se nos quiere imponer un régimen surgido del fraude, la traición y los hechos consumados”, denunció.
Por ello, Katumbi hizo hincapié en que “se entra en una nueva fase de la búsqueda de la libertad” y pidió a los congoleños “trabajar juntos” para “arrebatar el país a las manos de la depredación, la corrupción, la mala gestión y todas las injusticias”. Para ello, ha anunciado acciones “pacíficas y democráticas” para protestar por los resultados.
El opositor, un exgobernador de la provincia de Katanga considerado como uno de los empresarios más ricos del país, ya denunció durante la campaña electoral una serie de acciones por parte de las autoridades para obstaculizar su camino a la Presidencia, incluidos actos de violencia.
De hecho, el asesinato del portavoz de su partido y el encarcelamiento de su principal asesor por presuntamente colaborar con Ruanda fueron descritas por su equipo de campaña y sus seguidores como muestras del temor de las autoridades a su candidatura.
Alrededor de 44 millones de personas elegirán al presidente, el Parlamento y a sus representantes en asambleas regionales y consejos locales, supondrá la primera ocasión en la que el país celebre comicios después de una transición democrática –tras las elecciones de 2018, cuando Tshisekedi sucedió a Joseph Kabila– desde la independencia, en 1960. Tshisekedi aspira a un segundo mandato al frente del país africano tras una campaña marcada por la tensión.
Tshisekedi, hijo del histórico líder opositor Étienne Tshisekedi –fallecido en 2017–, se enfrenta a un total de 21 candidatos tras una campaña marcada por la desconfianza en torno al papel de la comisión electoral y los episodios de violencia durante diversos actos de campaña por parte de destacados opositores. En esta ocasión, las elecciones tienen lugar pese a los llamamientos por parte de algunos opositores a favor de un aplazamiento, especialmente a causa del repunte de la inseguridad en el este, donde operan decenas de grupos armados, incluido uno vinculado a Estado Islámico.
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