MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La iniciativa Hogar sin tóxicos denunció este miércoles que, según un estudio realizado por varias organizaciones de consumidores europeas, hasta un 60% de los 121 productos para niños analizados en siete países de la UE contienen bisfenoles que pueden causar alteraciones hormonales.
Por esta razón ha solicitado al Ministerio de Consumo que “impulse” la realización de análisis “similares” en una serie de productos infantiles para conocer el “posible grado de exposición” de los niños españoles a bisfenoles “problemáticos”, sustancias capaces de alterar el equilibrio hormonal “en mayor medida de la población infantil”, según avanzó en un comunicado en el que explicó que seis de cada diez productos analizados “contenían o liberaban al menos un bisfenol, pero en muchos casos dos o más bisfenoles, incluidos bisfenol A (BPA), bisfenol F (BPF) y bisfenol S (BPS)”.
Entre los 121 artículos evaluados figuraban textiles para bebés y zapatos de cuero, juguetes para la dentición, tazas para sorber, biberones, pantuflas para bebés, calcetines para niños y mantas para bebés, además de gafas de sol infantiles, muchos de los cuales entran en contacto con la piel de los niños o pueden llevarse a la boca.
A la luz de estos datos, el director de Hogar sin tóxicos, Carlos de Prada, juzgó “lamentable que nos enteremos de estas cosas por lo que publican organizaciones de la sociedad civil y no a través de las autoridades”, que son, dijo, las que deberían “vigilar, controlar e informar sobre este tipo de riesgos para la salud”.
Asimismo, subrayó que la exposición a estas sustancias puede causar efectos a muy bajas concentraciones, y, a su entender, “esto es más preocupante aún en el caso de los niños”, quienes, subrayó, “por estar en pleno desarrollo, son más sensibles a los efectos de los contaminantes de acción hormonal”.
CONTROLES OFICIALES INSUFICIENTES
En este punto, criticó que los controles oficiales son “pocos y enormemente insuficientes”, ya que se refieren a un “número limitado” de productos y en ellos “se buscan solo unas cuantas sustancias tóxicas concretas”. “Básicamente, aquellas sobre las que se han dictado algunas normas legales de prohibición o restricción, cuando un muy alto porcentaje de las sustancias que la comunidad científica ha identificado como peligrosas, y a las que se expone la población diariamente, siguen sin estar debidamente reguladas”, espetó.
En este sentido, aseveró que las normas “desprotegen” a los consumidores frente a “una buena parte de la toxicidad química” a la que se exponen y lamentó que aún hay “una infinidad de sustancias tóxicas que no han sido reguladas y que suponen un riesgo real para la población”. “Para proteger la salud de los consumidores de forma eficaz, se debe ir más allá de meramente vigilar si se cumplen solo una serie de normas vigentes que son muy limitadas”, afirmó para exigir que se aplique también el principio de precaución.
A este respecto, De Prada urgió a las autoridades de la UE a que “reformen” la normativa para que se puedan “prohibir de golpe” grupos “enteros” de sustancias que, según su criterio, “se sabe que pueden entrañar riesgos, como sucede con muchos bisfenoles”.
En paralelo, llamó a las autoridades nacionales a que, en tanto “se prohíben o no” estas sustancias, “intensifiquen el control de su presencia en los productos e informen de ello a la ciudadanía para que pueda protegerse de los riesgos de los que la ciencia está alertando”.
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