MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Un 23,9% de hogares con menores de 16 años no puede salir una semana de vacaciones mientras que un 7,2% de los jóvenes en este tramo de edad no puede acceder a actividades de ocio. Estas son algunas de las conclusiones del módulo especial de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) correspondiente a 2021 que ha publicado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en el que, entre otras temáticas, se aborda la Privación Material y Social Infantil.
Otras carencias materiales hacen alusión al hecho de no poder salir con los amigos (el 4,9% del total de la población infantil, pero el 11,6% en el caso de los más pobres), no participar en viajes o eventos del colegio (5,8%) o no celebrar ocasiones especiales (5,1%).
“Cualquier tipo de privación material debería ser impensable en un país como España”, ha afirmado al respecto Gabriel González-Bueno, especialista en políticas de infancia de UNICEF España, que insiste en la necesidad “de poner en marcha la deducción fiscal reembolsable para todas las familias con hijos e hijas a su cargo, que son quienes más están sufriendo el aumento de precios de los últimos meses”.
Entre los datos publicados, la ONG destaca que el porcentaje de menores de 16 años cuyas familias no pueden comprar ropa nueva ha bajado del 6,5% de 2014 (cuando se publicó el módulo anterior) al 5% actual pero lamenta que apenas se hayan reducido otros aspectos como no tomar al menos una comida de carne, pollo o pescado al día (ha pasado del 2,4% al 2,3%) o no poder comer fruta fresca y verdura al menos una vez al día, que se incrementa desde el 1,2% en 2014 al 1,8% en 2021.
El análisis del INE también integra aspectos materiales y sociales, e incorpora aspectos educativos. Para UNICEF, más allá de la privación material (ropa, calzado, comida), la privación social y educativa actúan directamente contra los derechos de los niños a la salud o a la educación, y los abocan a la exclusión social. En este sentido, denuncia que la privación material, social y educativa está muy directamente asociada al nivel de renta y, por lo tanto, a la pobreza monetaria y a la desigualdad.
Según UNICEF, estas carencias no son solo una amenaza de los derechos fundamentales de los niños, sino que aumenta su percepción personal de que son “distintos” y “peores” y los alejan cada vez más del resto de sus compañeros, o actúa como estigma contra ellos por parte de estos.
Por todo ello, en líneas generales, aunque UNICEF destaca la reducción de los niveles de privación infantil en casi todos los aspectos respecto al módulo de 2014, creen que estos resultados “deben considerarse un elemento clave para mejorar el diagnóstico de la infancia más vulnerable en nuestro país y, por tanto, para tener en cuenta en el desarrollo de la Garantía Infantil Europea y su Plan Estatal de Acción, que se dirigen precisamente a estos niños y niñas”.
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