MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
UGT valoró positivamente este viernes la “tregua” de la inflación en el mes de marzo aunque no descartó que se puedan producir nuevos repuntes en esta tasa durante los próximos meses por culpa de la “guerra” arancelaria desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Así se expresó UGT tras la publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) del dato adelantado de IPC correspondiente a marzo, que se reduce hasta el 2,3%, siete décimas menos que en febrero, mientras la tasa subyacente (sin energía y alimentos no elaborados) cayó al 2%.
Para UGT, el mes de marzo viene acompañado de una “tregua” en las presiones inflacionistas tras cinco meses consecutivos de crecimiento de la tasa interanual. Un escenario que, según el sindicato, puede volver a invertirse en los próximos meses si las medidas arancelarias a EEUU, anunciadas recientemente por la Comisión Europea, presentan un “impacto negativo” y “significativo” sobre los precios de algunos productos.
No obstante, aclaró que “los beneficios siguen alcanzando valores históricos, lo cual ha generado un colchón financiero suficiente para que las empresas españolas no incrementen sus precios y, además, aumenten consistentemente los salarios, impulsando un reparto más justo de la riqueza generada”.
A su juicio, esto implica reforzar la negociación colectiva, con el objetivo de “proteger” y “mejorar” el poder de compra de las personas trabajadoras. En este sentido, UGT dijo que la subida salarial media en convenio alcanza el 3%, en línea con los criterios recogidos en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) firmado en 2023 entre sindicatos y patronal, que contempla incrementos adicionales del 1% si el IPC supera este umbral, lo cual, dado el “incierto” panorama internacional, no resulta “descartable”.
Con indiferencia de los incrementos que finalmente se alcancen, UGT sostuvo que los salarios de la población trabajadora son “insuficientes” para acceder a una vivienda en condiciones dignas y asequibles. “El porcentaje de los ingresos destinado a pagar una vivienda resultan desmedidos, una situación que se agrava por la resistencia de un buen número de comunidades autónomas a aplicar las primeras medidas de control de precios derivadas de la ley por el derecho a la vivienda”, ahondó.
Por ello, UGT demandó crear un gran parque de vivienda pública en alquiler social y a precios asequibles con carácter permanente, desincentivar fiscalmente el uso de la vivienda como negocio, ampliar la competencia de declaración de zonas tensionadas a las entidades locales y condicionar la financiación del Estado en materia de vivienda al cumplimiento de la ley, entre otras medidas.
“La crisis habitacional no admite más esperas, y debemos actuar con urgencia para evitar que la burbuja especulativa siga lastrando la vida presente y futura de varias generaciones”, apuntaló el sindicato liderado por Pepe Álvarez.
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