MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, avanzó este miércoles que su sindicato pedirá al Ministerio de Trabajo y Economía Social que, tras cuatro años de funcionamiento de la reforma laboral, se “lleve a cabo” un estudio para evaluar sus efectos y, “a partir de ahí, podamos hacer una evaluación” desde los sindicatos, las patronales y el propio Gobierno.
El anuncio fue realizado por Álvarez en un encuentro informativo de inicio de año, donde expresó su preocupación por el hecho de que “de manera permanente haya organizaciones políticas muy importantes de nuestro país que cuestionen” los contratos fijos discontinuos.
“Nuestro país tiene un sistema productivo que tiene una parte importante que es precaria y eso no lo vamos a poder solventar con el modelo de relaciones laborales”, reconoció Álvarez, quien sostuvo que los servicios temporales han encontrado un “encaje” que es “extraordinariamente positivo” que son los contratos fijos discontinuos. En su opinión, este sistema no va a poder ser reemplazado por un sistema mejor, por lo que preguntó a quienes critican este modelo si tienen una propuesta “mejor” que no sea la vuelta a la contratación temporal.
Al respecto, señaló que en UGT no quieren que haya ese “run run” que genera “bulos y que está erosionando la consolidación de un sistema que ha dado y tiene efectos positivos”. Asimismo, cifró en un 6,4% de las contrataciones y exigió al PP que aclare si modificará la reforma laboral si llega al Gobierno.
Avisó de que defenderán “con uñas y dientes” la actual legislación, aunque apuntó cuestiones de mejora como la situación de uso “abusivo” de la contratación a tiempo parcial.
Igualmente, recordó que está pendiente la reforma del despido en España, porque no es suficientemente “resarcitorio” ni “disuasorio” en la actualidad, tal y como también ha puesto de relieve el Comité Europeo de Derechos Sociales.
A escala internacional, Álvarez también hizo referencia a los riesgos que acarrea la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, así como la posibilidad de que de las urnas salgan nuevos gobiernos “neofascistas” como puede pasar en Alemania con las elecciones previstas para este mismo año.
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