MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Japón ha anunciado este martes la entrega a Ucrania de 5 millones de dólares (4,5 millones de euros) para paliar los daños por las inundaciones tras la destrucción de la presa Kajovka, en la región de Jersón.
El Ministerio de Exteriores nipón ha señalado que han apoyado las labores para hacer frente a los daños por las inundaciones que se han producido desde el derrumbamiento de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, por lo que proporcionarán asistencia humanitaria de emergencia a través de la ONU.
Asimismo, según recoge un comunicado, Japón “continuará demostrando liderazgo” por ostentar la Presidencia del G7 y “brindando un apoyo cercano a la gente, basado en las necesidades de Ucrania”.
“El Gobierno ucraniano, incluido el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha solicitado encarecidamente asistencia en este asunto, calificándolo de gran urgencia. Esta asistencia representa la ayuda humanitaria de emergencia que el primer ministro, Fumio Kishida, transmitió a Zelenski durante una charla telefónica”, reza la misiva.
Las autoridades japonesas han cifrado en 2 millones de dólares (1,8 millones de euros) la ayuda al Programa Mundial de Alimentos (PMA); 1,3 millones de dólares (1,2 millones de euros) en ayuda de agua, saneamiento y protección infantil al Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF); un millón de dólares (920.000 euros) en salud y elementos esenciales para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); y 700.000 dólares (más de 640.000 euros) para el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Kishida anunció el 9 de junio este paquete de ayuda en una conversación con Zelenski en las que ambos abordaron la situación en la región de Jersón tras la voladura de la presa de Kajovka.
El primer ministro nipón expresó su solidaridad con el pueblo ucraniano ante las “desastrosas consecuencias de la destrucción de la presa”. Por su parte, el mandatario Zelenski alertó de las consecuencias del ataque en cuestión, puntualizando que el “agresor provocó una catástrofe medioambiental y humanitaria”. “Esto puede ser considerado un acto de terrorismo y otro crimen de guerra por parte de Rusia”, aseveró.
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