MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania ha tachado de “miope y apresurada” la reciente decisión de la junta militar de Malí de romper relaciones diplomáticas alegando que Kiev había admitido haber colaborado con los rebeldes tuareg del norte de Malí re recientemente protagonizaron uno de los episodios más sangrientos del conflicto al matar a 47 militares y 84 mercenarios del grupo ruso Wagner.
“Es lamentable que el Gobierno de Transición de Malí haya decidido romper relaciones diplomáticas con Ucrania sin realizar un estudio exhaustivo de los hechos y circunstancias del incidente en el norte de Malí y sin proporcionar ninguna prueba de la participación de Ucrania en dicho incidente”, ha señalado la diplomacia ucraniana en un comunicado.
En la misma línea, Kiev ha reprochado que Malí “ignora” que el Grupo Wagner y “otras estructuras militares bajo el control del Kremlin”, utilizan “métodos terroristas y están directamente involucradas en numerosos crímenes de guerra, asesinatos de civiles y tratos crueles a prisioneros de guerra” no solo en Ucrania, sino en otros territorios africanos.
“Ucrania se adhiere incondicionalmente a las normas del Derecho Internacional, la inviolabilidad y la integridad territorial de otros países y rechaza resueltamente las acusaciones del Gobierno de Transición de Malí sobre el supuesto ‘apoyo de Ucrania al terrorismo internacional'”, añade el Ministerio de Exteriores ucraniano.
En este punto, Kiev ha lamentado la ruptura de relaciones diplomáticas en un momento en que, a pesar de la invasión rusa, trata de hacer “todos los esfuerzos” para “restablecer la Justicia y el respeto al Derecho Internacional”, diseñado para “proteger a todos los países del mundo, en particular a los africanos” ante ataques a su soberanía, independencia o integridad territorial.
Así, la diplomacia ucraniana ha procedido a relatar que desde el siglo pasado Kiev ha defendido el derecho de independencia y descolonización de varios países africanos, incluida Malí; mientras que Rusia trata ahora de “destruir la arquitectura de seguridad nacional” con sus ataques a la Carta de Naciones Unidas.
“Ucrania es conocida en África como un importante contribuyente a garantizar la seguridad regional”, añade el Ministerio de Exteriores ucraniano, que recuerda su participación en misiones de la ONU en 2019 y 2022 en Malí. Finalmente, Kiev ha subrayado que se guarda el derecho de tomar “todas las medidas políticas y diplomáticas” en respuesta a las “acciones hostiles” de la junta militar de Malí.
Las autoridades de Malí anunciaron la ruptura de relaciones diplomáticas aludiendo a unas “declaracion subversivas” del portavoz del servicio militar de Inteligencia ucraniano, Andrei Yusov, en las que “admitió la participación de Ucrania” en el ataque de “grupos terroristas armados” en la localidad de Tinzauatene.
Bamako, que ha “condenado enérgicamente esta agresión ucraniana” frente a su “posición de neutralidad” respecto a su petición de “solución pacífica” hacia la “crisis que enfrenta a Rusia con Ucrania”, ha apoyado al “diagnóstico” de Moscú que “alerta al mundo desde hace años sobre el carácter neonazi y villano de las autoridades ucranianas, hoy aliadas del terrorismo internacional, y lejos de las aspiraciones de paz y estabilidad del pueblo ucraniano”.
A finales de julio, un convoy del Ejército de Malí y los mercenarios de Wagner sufrió una emboscada por rebeldes independentistas del Marco Estratégico Permanente para la Paz, la Seguridad y el Desarrollo (CSP-PSD) en Tinzauatene, en el norte del país y cerca de la frontera con Argelia.
Apenas dos días después del ataque, Yusov sugirió durante una emisión en un canal de televisión local que sus servicios estaban colaborando con los rebeldes, indicando que habían “recibido información útil, y no solo la que les permitió llevar a cabo una operación militar con éxito contra los criminales de guerra rusos”, sin dar más detalles.
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