MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha subrayado tras visitar el paso de Rafá, que conecta Egipto con la Franja de Gaza, que es “imperativo” y “urgente” que la ayuda humanitaria llegue a la población más aislada del enclave palestino.
En este sentido, ha tildado de “clave” el papel de Egipto para hacer llegar el material humanitario a Gaza. “Pero la ayuda que llega es escasa y con un alcance geográfico muy limitado”, ha indicado, agregando que existen muchas dificultades debido a que hay “caminos instransitables e inseguros” que impiden las entregas.
Asimismo, ha afirmado que Israel, “como potencia ocupante”, debe también garantizar que la ayuda más básica y vital pueda llegar a todos los que la necesitan, puesto que la población sigue siendo “enormemente vulnerable en todas partes de Gaza”.
“Hoy en el hospital de El Arish, en el norte del Sinaí, he conocido a Ikram. Ikram estaba embarazada de ocho meses cuando su abdomen fue alcanzado por artillería. Perdió al bebé y tuvo que someterse a una histerectomía”, ha explicado.
Turk ha recordado que las partes en conflicto están obligadas a “minimizar” las bajas civiles. “Ataques contra instalaciones médicas, personal médico o heridos y enfermos están prohibidos”, ha indicado, agregando que desde el cruce de Rafá ha visto “las puertas al verdadero infierno”.
“Nos hemos caído de un precipicio. Esto no puede continuar. Incluso dentro del contexto de una ocupación con una duración de 56 años, la situación actual es la más peligrosa que hemos vivido en décadas: en Gaza, en Israel, en Cisjordania y también a nivel regional”, ha destacado.
En este sentido, ha señalado que “el mundo no puede permitir que haya una doble moral” y ha insistido en que las acciones de una de las partes en el conflicto no absuelven a la otra, en alusión a Israel, de sus “obligaciones en virtud del Derecho Internacional”.
“Las atrocidades de los grupos armados palestinos el 7 de octubre fueron atroces, brutales e impactantes. Fueron crímenes de guerra, como lo es la retención de rehenes”, ha dicho, añadiendo que el “castigo colectivo de Israel contra la población palestina se asemeja a un crimen de guerra”, así como “la evacuación forzada de civiles”.
“Siento en lo más profundo de mi ser el dolor, el inmenso sufrimiento de cada persona cuyo ser querido ha sido asesinado: en un kibutz, en un campo de refugiados palestino, escondido en un edificio o mientras huía, buscando estar seguro”, ha zanjado.
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