MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
Las serpientes invasoras acercan a la extinción a tres especies endémicas de reptiles en Gran Canaria e Ibiza, mientras que el elefante de Borneo se estrena como especie en peligro y el comercio ilegal amenaza a algunos cactus en Chile por su uso para decoración.
Esas novedades figuran en la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), dada a conocer este jueves.
Ese listado es la fuente de información más completa sobre el estado global de conservación de la fauna y la flora en el planeta. Se basa en un sistema objetivo para valorar los riesgos de extinción de una especie y establece las medidas de conservación que se deben tomar.
Las especies están catalogadas en alguna de las siguientes categorías, de mayor a menor grado de riesgo: ‘extinta’, ‘extinta en estado silvestre’, ‘en peligro crítico’, ‘en peligro’, ‘vulnerable’, ‘casi amenazada’ y ‘preocupación menor’. También están los apartados de ‘datos insuficientes’ o ‘no evaluada’.
Con la actualización de este jueves, la Lista Roja incluye ahora 163.040 especies, de las cuales 45.321 están amenazadas de extinción.
ANIMALES ENDÉMICOS
El nuevo listado supone que el lagarto de Gran Canaria (‘Gallotia stehlini’) pasa de ‘preocupación menor’ a ‘en peligro crítico’ y la lisa grancanaria (‘Chalcides sexlineatus’), de ‘preocupación menor’ a ‘en peligro’.
Estos animales endémicos son presa de la invasora serpiente real de California (‘Lampropeltis californiae’), que fue introducida en la isla en 1998. Las poblaciones tanto del lagarto de Gran Canaria como de la lisa grancanaria han disminuido en más de la mitad desde 2014.
Por el contrario, las acciones conservacionistas han impulsado las poblaciones de lagartija gigante de La Gomera (‘Gallotia bravoana’), a pesar de las continuas amenazas. Esa especie ha mejorado su estatus de ‘en peligro crítico’ a ’en peligro’ gracias a programas de cría en cautividad y reintroducción.
La lagartija de Ibiza (‘Podarcis pityusensis’) ha pasado de ‘casi amenazada’ a ‘en peligro’. Su población ha disminuido en un 50% desde 2010 debido a la invasora culebra de herradura (‘Hemorrhois hippocrepis’).
ELEFANTE DE BORNEO
El elefante asiático de Borneo (‘’Elephas maximus borneensis’) está ‘en peligro’ de extinción tras su primera evaluación como subespecie distinta en la Lista Roja de la UICN.
Actualmente, hay cerca de 1.000 elefantes de Borneo en estado salvaje. Su población ha disminuido en los últimos 75 años, inicialmente por la tala extensiva de los bosques de Borneo (isla del sudeste asiático), que destruye la mayor parte del hábitat de esos paquidermos.
A medida que la población humana se ha expandido rápidamente en Sabah, los elefantes están entrando en paisajes dominados por humanos con más frecuencia en busca de alimento, donde pueden causar daños a los cultivos y enfrentarse a la muerte por represalias.
La pérdida de hábitat debido a la agricultura (especialmente el aceite de palma), las plantaciones madereras, la minería y los grandes proyectos de infraestructura, como la autopista Pan Borneo, amenazan el futuro de esos elefantes.
La caza furtiva de marfil, la ingestión accidental de agroquímicos y las colisiones de vehículos también son motivo de preocupación.
CACTUS ORNAMENTALES
Por otra parte, el 82% de las especies de cactus del género ‘copiapoa’ están ahora en peligro de extinción, frente al 55% en 2013.
Endémicos del desierto costero de Atacama (Chile), la moda de los cactus ‘copiapoa’ como especies ornamentales en Europa y Asia ha llevado a un aumento del comercio ilegal, facilitado por las redes sociales.
El desarrollo de carreteras y viviendas ha atraído a más personas a la zona donde están esos cactus, lo que ha hecho que esas plantas sean más accesibles para los cazadores furtivos y ha destruido su hábitat desértico.
El cambio climático amenaza aún más a estos cactus, ya que la niebla oceánica que requieren para hidratarse se mueve con los cambios de temperatura global, y estas especies longevas no pueden reproducirse lo suficientemente rápido como para reubicarse en consecuencia.
“Es fácil distinguir si los cactus ‘copiapoa’ han sido cazados furtivamente o cultivados en un invernadero”, según Pablo Guerrero, miembro del Grupo de Especialistas en Cactus y Plantas Suculentas de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de la UICN, quien concluye: “La ‘copiapoa’ escalfada tiene un tono gris y está cubierta de una flor de aspecto polvoriento que protege a las plantas en uno de los desiertos más secos de la Tierra, mientras que las plantas cultivadas parecen más verdes”.
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