MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
La tuberculosis puede tener un impacto duradero en los pulmones de personas que han sido tratadas con éxito de esa enfermedad.
Esa es la conclusión principal de un estudio realizado por investigadores del Reino Unido y que se presentará en el Congreso Global Escmid (siglas en inglés de Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas) del 27 al 30 de abril de este año en Barcelona.
Las personas supervivientes de tuberculosis tienen pulmones más pequeños, vías respiratorias más estrechas y un flujo de aire más lento, según el análisis de datos de decenas de miles de personas de todo el mundo.
“Este daño podría tener un efecto profundo en la salud a largo plazo, reducir la calidad de vida y afectar la capacidad para trabajar y realizar las tareas cotidianas”, indica Sharenja Ratnakumar, investigadora de St George’s Universidad de Londres (Reino Unido).
Ratnakumar añade: “Dado que un número cada vez mayor de personas reciben tratamiento exitoso contra la tuberculosis, el hallazgo indica claramente que la enfermedad pulmonar posterior a la tuberculosis es un desafío global poco reconocido”.
ANTIBIÓTICOS
La tuberculosis se puede curar con antibióticos. En todo el mundo se estima que hoy en día hay 155 millones de personas vivas gracias al diagnóstico y tratamiento exitosos de la infección bacteriana.
Aunque se han logrado avances significativos en la lucha contra la tuberculosis en las últimas décadas, el número de nuevos diagnósticos ha aumentado desde la pandemia de covid-19.
Unos 7,5 millones de personas fueron diagnosticadas en todo el mundo en 2022, la cifra más alta desde que comenzó el seguimiento en 1995 y por encima de la línea de base anterior al covid de 7,1 millones en 2019, según el Informe Mundial sobre Tuberculosis 2023 de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
La carga es mayor en África subsahariana y el sudeste asiático, pero los diagnósticos están aumentando incluso en naciones de baja incidencia.
Ratnakumar y sus colegas llevaron a cabo una revisión sistemática y un metanálisis de las investigaciones existentes sobre este asunto. Buscaron en bases de datos desde el 1 de enero de 2000 hasta el 31 de enero de 2023, con estudios que compararan la función pulmonar de personas con antecedentes de tuberculosis con la de controles sanos.
MÁS DE 75.000 PERSONAS
El metanálisis incluyó datos de 75.631 personas de 15 estudios realizados en 17 países con diferentes incidencias de tuberculosis y niveles de ingresos.
Los 7.377 supervivientes de la tuberculosis tenían un rango de edad promedio de 11 a 65 años. Muchos de los estudios estaban sesgados hacia una población más joven (menos de 50 años), principalmente de países de ingresos bajos y medios.
Los resultados apuntan a que los supervivientes de la tuberculosis tienen pulmones más pequeños (enfermedad restrictiva) y vías respiratorias más estrechas con un flujo de aire más lento (enfermedad obstructiva).
Esto significa que las respiraciones que realizan son más pequeñas y más largas; la respiración es menos eficiente y menos capaz de responder a mayores demandas ventilatorias, como durante el ejercicio.
Por tanto, la tuberculosis puede dejar un impacto duradero y generalizado en los pulmones, especialmente en términos de cómo están estructuradas las vías respiratorias.
“Nuestros resultados indican claramente que la enfermedad pulmonar post-tuberculosis es un desafío global poco reconocido y que tiene implicaciones significativas para la práctica y las políticas clínicas. Hasta ahora, la atención se ha centrado en el tratamiento de la tuberculosis aguda, pero incluso cuando el tratamiento tiene éxito, los individuos pueden sufrir daños pulmonares importantes”, apunta Ratnakumar.
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