SANTA CRUZ DE TENERIFE, 30 (EUROPA PRESS)
El Cabildo de Tenerife ha concluido la primera fase de la Planta de Tratamiento de Lixiviados ubicada en el Complejo Ambiental de Tenerife, una infraestructura que ha supuesto una inversión de 6,5 millones de euros y que generará 120 metros cúbicos de agua al día mediante el tratamiento por ósmosis inversa de líquidos residuales.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, y el director insular de Residuos, Alejandro Molowny, han visitado este jueves la instalación, que trata la totalidad de los lixiviados que se generan en el Complejo Ambiental de Tenerife, ha informado el Cabildo tinerfeño en un comunicado.
Subraya el Cabildo de Tenerife que la actuación está amparada en el marco del contrato de gestión de residuos con la UTE Nivaria, que cuenta con una hoja de ruta para la implementación de obras, actuaciones y medidas para mejorar la gestión de residuos en Tenerife. “Le hemos dado prioridad a la Planta de Tratamiento de Lixiviados para poder transformar los líquidos en agua reciclada para su utilización en el Complejo Ambiental y evitar el consumo de aguas que pueden ser destinadas a otros usos”, ha indicado la consejera Blanca Pérez.
Por su parte, Alejandro Molowny, ha resaltado que se han cumplido con los plazos previstos, y que la planta está tratando la totalidad del lixiviado que se genera en el Complejo Ambiental, de los cuales obtendrá 120 metros cúbicos al día de agua reciclada. “Estamos estudiando su utilización para baldeos, usos de la propia explotación en el Complejo Ambiental, el sistema de protección contra incendios y para las obras y construcciones que haya que hacerse dentro del Complejo”, ha añadido.
Esta actuación es la primera de las dos fases contempladas en el proyecto, que consiste en el tratamiento a través de ósmosis inversa de los líquidos residuales que se generan en el Complejo Ambiental de Tenerife, convirtiéndose los mismos en un valor con distintos usos.
La segunda fase se inició en julio del pasado año y consiste en el aprovechamiento de la energía residual -el calor de los gases de escape de los motores y turbinas- para tratar el producto resultante, con el que se estudian fórmulas de reciclaje. La previsión es que las obras estén finalizadas a lo largo del presente año.
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