Seis meses después del estallido del conflicto entre el Ejército y las RSF la situación humanitaria continúa empeorando
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) ha alertado este lunes de que ya son más de 7,1 millones los desplazados internos en Sudán, lo que convierte al país africano en el que tiene un mayor número de desplazados internos de todo el planeta.
De este total, 4,5 millones corresponden a los desplazados como consecuencia del conflicto armado iniciado hace ahora seis meses entre las Fuerzas Armadas y las milicias de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés). En torno a tres millones de estos desplazados proceden de Jartum, la capital del país y epicentro del conflicto.
Además, 1,2 millones de personas han huido hacia los países vecinos, principalmente Chad, aunque también hay desplazamientos hacia Egipto, Sudán del Sur, Etiopía, República Centroafricana y Libia.
“La situación humanitaria en Sudán es catastrófica, sin final a la vista, y los civiles son los que están pagando el precio”, ha destacado la directora general de la OIM, Amy Pope. “Instamos a la comunidad internacional a no dar la espalda a Sudán y dar apoyo urgente antes de que se convierta en una tragedia humanitaria más grave aún”, ha añadido.
Estos nuevos desplazados han desbordado los servicios y los recursos públicos, lo que ha deparado “condiciones de vida terribles” para millones de personas que “tienen problemas para sobrevivir a diario”, según el organismo internacional.
La situación se ha agravado aún más por los daños sufridos por la infraestructura en el marco del conflicto, el hundimiento del sistema bancario y los servicios financieros, los continuos cortes de Internet, las telecomunicaciones y el suministro eléctrico y la destrucción de instalaciones sanitarias.
“Sufrimos día a día para conseguir lo más esencial que necesitamos”, ha relatado una madre, Imam, alojada en el campamento de refugiados de Wadi Halfa, en el estado de Sudán del Norte, fronterizo con Egipto. “Hemos perdido todo lo que teníamos: nuestra casa, nuestras pertenencias, nuestro trabajo y la sensación de seguridad”, se ha lamentado.
Casi el 80 por ciento de los desplazados ha denunciado que no hay servicios sanitarios disponibles o son inadecuados y la mayoría –86 por ciento– no tienen suministro eléctrico, según los datos recopilados para la Matriz de Seguimiento de Desplazados de la OIM.
La OIM ha prestado ayuda vital a más de 444.000 personas en Sudán y está incrementando su presencia y operaciones con nuevas sedes en ciudades como Kosti, Wad Madani o Wadi Halfa.
Sin embargo, solo se ha satisfecho el 28 por ciento del pedido de financiación de la OIM para Sudán y por ello pide “urgentemente” a la comunidad internacional que aporte financiación adicional para entregar “una ayuda vital donde más se necesita”.
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