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JOHANNESBURGO, 20 (Del enviado especial de Europa Press, Daniel Herrero)
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha subrayado que la reunión de ministros de Exteriores del G20 que arranca este jueves en Johannesburgo representa una “gran oportunidad” para que los países entablen un “diálogo serio” con el que responder a los principales desafíos globales.
“Las tensiones geopolíticas, la intolerancia, los conflictos, el cambio climático, las pandemias y la inseguridad energética y alimentaria amenazan una coexistencia global que ya es frágil”, ha advertido, en un llamamiento para buscar respuestas “inclusivas”.
Ramaphosa, anfitrión de la primera cumbre del G20 en suelo africano, espera que “se escuchen todas las voces” y que “se tengan en cuenta todos los puntos de vista”, ya que en Johannesburgo están reunidos gobiernos que representan “más de dos terceras partes de la población mundial”.
En este sentido, ha reclamado una reforma del sistema multilateral tanto político como económico –“para que sea más representativo, ágil y capaz de responder a las realidades globales”–, ya que son algunos de los países más pobres quienes sufren la “carga injusta” de desafíos que trascienden fronteras como el cambio climático.
“El cambio climático ya no es una amenaza, es una realidad catastrófica”, ha añadido, al aludir al que está llamado a ser uno de los grandes ejes de la presidencia de turno de Sudáfrica en el G20.
CONTEXTO GLOBAL
La reunión que arranca este jueves y se prolongará también el viernes llega precedida de un desplante de Estados Unidos –el secretario de Estado, Marco Rubio, decidió no viajar a Johannesburgo como crítica a las políticas sudafricanas– y de la creciente tensión diplomática en torno a Ucrania.
Por parte española acude el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación y UE, José Manuel Albares, mientras que en la lista de invitados figuran igualmente el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, y el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, uno de los grandes protagonistas.
Ramaphosa ha aludido en su discurso inaugural al “conflicto entre Rusia y Ucrania” al apuntar algunos contextos que “siguen cobrándose un alto número de vidas humanas y complicando la seguridad global” y en los que ha llamado a apostar por el diálogo, apelando incluso a la propia historia de Sudáfrica.
El mandatario ha querido aplaudir en este punto el alto el fuego en vigor entre Israel y Hamás, “un primer paso crucial” a su juicio para aliviar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. Confía en que siente las bases de “una paz justa y duradera” en la región, “en línea con el Derecho Internacional”.
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