MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La Comisión Electoral de Sri Lanka ha anunciado este viernes el aplazamiento de las elecciones locales en el país después de reconocer la enorme dificultad que representaba organizar los comicios por la falta de fondos.
La comisión venía avisando desde enero de este año que la celebración de los comicios pendía de un hilo y este pasado miércoles sus abogados informaron al Tribunal Supremo de la imposibilidad de organizar las elecciones a tiempo para la fecha inicialmente prevista del 9 de marzo.
De hecho, en los últimos días las autoridades electorales ya habían anunciado la suspensión del proceso de voto por correo que iba a tener lugar entre el 22 y el 28 de febrero.
Por todo ello, “las elecciones han tenido que ser aplazadas por razones que escapan al control de la comisión”, según el comunicado de la Comisión Electoral recogido por el portal de noticias ceilandés NewsCutter. La comisión quiere anunciar el 3 de marzo la nueva fecha de los comicios. Para entonces, la comisión espera haber recibido del Tesoro una respuesta a su solicitud de fondos necesarios para celebrar las elecciones.
Este anuncio tiene lugar además en medio de nuevas tensiones políticas. La oposición al Gobierno ceilandés ha denunciado hasta en una veintena de ocasiones intentos de las autoridades para obstaculizar la celebración de los comicios, según hizo saber el presidente de la Comisión Electoral, Nimal Punchihewa, en un comunicado recogido por el portal Adaderana.
Esta situación se enmarca también en la grave crisis económica que atraviesa el país, especialmente desde el estallido de la pandemia de coronavirus, y que acabó alcanzando su apogeo en agosto del año pasado con el estallido de una revuelta popular contra el antiguo Gobierno a causa de las subidas inasumibles en los precios del combustible, la falta de acceso a los bienes de primera necesidad, los cortes en el suministro eléctrico, niveles récord de inflación y una deuda externa acumulada de casi 50.000 millones de euros.
El actual presidente del país, Ranil Wickremesinghe, está intentando negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un préstamo de 3.000 millones de dólares (unos 2.800 millones de euros) para reactivar la economía y fomentar la inversión extranjera en el país. A cambio, el Gobierno ceilandés se ha visto obligado a adoptar duras reformas que han desembocado, por ejemplo, en la subida hasta en un 66 por ciento de la factura de la electricidad.
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