MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Solo uno de cada tres consumidores confía en los datos de sostenibilidad que aparecen en el etiquetado de los productos.
Esta es una de las conclusiones del estudio la ‘Percepción de la alimentación sostenible por parte de las personas consumidoras’, publicado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios, Hispacoop, a partir de más de un millar de encuestas y que analiza las percepciones, barreras y retos que enfrentan las personas consumidoras en España en relación con la alimentación sostenible, según precisó la entidad en un comunicado.
Entre los principales hallazgos, aunque el 85,5% de las personas entrevistadas afirmó conocer el término “alimentos sostenibles”, la mayoría asocia este concepto únicamente con aspectos ambientales, dejando de lado dimensiones sociales y económicas y solo un 25% se siente “bien informada” al respecto.
Además, el 31,5% ha oído hablar del término “ecopostureo” o “greenwashing” y el 39% de los hogares encuentra “dificultades” para llegar a fin de mes, lo que convierte el precio en un “obstáculo” para adquirir productos sostenibles, especialmente para las personas jóvenes y con menores ingresos.
Por último, el 59,2% de las personas encuestadas cree que su comportamiento puede influir en el de los demás y muestra disposición a adoptar hábitos más sostenibles, siempre que las barreras económicas y de confianza sean abordadas.
RETOS
Entre los “retos” identificados, el estudio destaca desigualdades económicas, diferencias generacionales y un sesgo de género en la toma de decisiones de compra.
Junto a ello, también subraya la falta de formación práctica, de un etiquetado estandarizado y de una regulación clara como “barreras para fomentar un consumo de productos de alimentación sostenibles”.
A la luz de estos resultados, Hispacoop aboga por integrar la sostenibilidad en los currículos escolares y fomentar la colaboración entre familias y escuelas, implementar sistemas de etiquetado estandarizados y reforzar la regulación para evitar “prácticas y mensajes engañosos”.
Asimismo, urge a promover beneficios fiscales y descuentos en productos sostenibles, además de apoyar mercados locales y de proximidad, resaltar los beneficios de dietas como la mediterránea o atlántica, tanto para la salud como para el medio ambiente y colaborar entre todos los actores de la cadena agroalimentaria para desarrollar políticas alimentarias sostenibles.
El estudio, que se enmarca en el proyecto de consumo ‘La percepción de la persona consumidora en la sostenibilidad alimentaria’, cuenta con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
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