MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Siria han criticado la conferencia de donantes celebrada el domingo en Bruselas, en la que se comprometieron 7.000 millones de euros para dar apoyo a los damnificados por los terremotos del 6 de febrero en Turquía y Siria, argumentando que Damasco no ha participado de ninguna forma en las conversaciones.
“La conferencia se ha celebrado sin coordinarse con el Gobierno sirio que representa al país sobre el que recayó el desastre e incluso sin invitarlo para que participe en sus actividades”, ha manifestado el Ministerio de Exteriores sirio.
“Los que estuvieron a cargo de la conferencia incluso descartaron la participación de los principales actores humanitarios de ONG sirias”, ha agregado, antes de indicar que esto revela una “politización del trabajo humanitario”, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
Así, ha apuntado que esta postura “es también evidente en la continuada imposición de las medidas coercitivas, ilegítimas, inhumanas e inmorales contra el pueblo sirio, incluidos los afectados por los terremotos”, en referencia a las sanciones aplicadas contra Damasco tras el estallido de la guerra en 2011.
Por otra parte, ha incidido en que “las fuerzas estadounidenses presentes de forma ilegal en territorio sirio siguen robando miles de barriles de petróleo sirio y sacándolo de contrabando del país, sin tener en cuenta las necesidades urgentes de los afectados por los terremotos”.
El Ministerio de Exteriores sirio ha trasladado a los organizadores de la conferencia que “el nivel mínimo para mejorar las condiciones de vida de los afectados por la catástrofe de los terremotos requiere ante todo una voluntad política sincera y la retirada inmediata e incondicional de las políticas de castigo colectivo contra los sirios”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, indicó además que Bruselas acogerá los días 14 y 15 de junio una nueva Conferencia sobre el futuro de Siria y la región en donde los esfuerzos se centrarán en avanzar hacia una solución política al conflicto, pero también servirá para “generar compromisos adicionales” para la ayuda humanitaria y recuperación de la región siria devastada por el terremoto.
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