MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
Los conductores de más de 70 años que se ponen tras el volante después de haber consumido bebidas alcohólicas u otras drogas tienen entre dos y cuatro veces más probabilidades de tener la culpa en un siniestro de tráfico.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por ocho investigadores en Estados Unidos a partir de una muestra de 87.060 conductores involucrados en colisiones entre dos vehículos en movimiento, de los cuales más de un tercio eran conductores mayores de 70 años que dieron positivo por alcohol o drogas.
El estudio, publicado este viernes en la revista ‘Traffic Injury Prevention’, destaca que es menos probable que esos conductores consuman alcohol o drogas, pero sus efectos aumentan respecto al resto de la población conductora.
“En general, los conductores mayores corren un riesgo elevado de tener la culpa en un accidente automovilístico fatal, especialmente cuando están bajo la influencia del alcohol o las drogas”, indica Satish Kedia, profesor en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Memphis (Estados Unidos).
Kedia señala que “no hay duda de que conducir ayuda a los adultos mayores a mantenerse móviles, disfrutar de más actividades y mantener la independencia”. “Pero es realmente importante que esto se haga dentro del contexto de la ley, ya que nuestra investigación muestra cuánto aumenta el riesgo de tener la culpa de lesiones o muerte en un siniestro de tráfico relacionado con las drogas o el alcohol”.
CAMPAÑAS
Los autores examinaron datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos entre 2010 y 2018 para determinar el impacto del uso de sustancias (incluidos el alcohol, los cannabinoides, los estimulantes, los narcóticos, los depresores y los alucinógenos) sobre la probabilidad de que los conductores tengan la culpa de un siniestro fatal en las vías, con énfasis en los conductores adultos mayores.
En total, hubo 43.530 siniestros con vehículos colisionados, en lo que estuvieron implicados, por tanto, el doble de conductores. Un 42% de los automovilistas involucrados había tomado alcohol o drogas, de los cuales 1.798 tenían más de 70 años y 1.454 superaban los 80 años.
Los investigadores calcularon las proporciones relativas de participación en siniestros para cada categoría de sustancia, que fueron de 1,17 entre los conductores de 70 a 79 años, y de 2,56 para los de más de 80 años, mientras que ese índice resultó relativamente bajo entre los automovilistas de 20 a 69 años.
Los modelos de regresión, incluso después de ajustar por el sexo del conductor, el grado de la carretera, el clima, las condiciones de luz, la distracción y el exceso de velocidad en el momento del choque, revelaron que los automovilistas de edad avanzada con altas tasas de alcohol o drogas tenían el doble de probabilidades de tener la culpa en choques fatales.
Algunas de las conclusiones clave del estudio incluyen la necesidad de campañas para crear conciencia sobre el riesgo de conducir bajo los efectos del alcohol adaptadas a adultos mayores.
“Se ha demostrado que estas campañas reducen moderadamente las tasas de accidentes fatales”, afirmó Kedia.
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