MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El mundo se calentará 1,5 grados más respecto a la era preindustrial antes de 2030 si no se reducen las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera y se mantienen los niveles de 2022.
Esa es la conclusión de un estudio dirigido por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) y publicado este lunes en la revista ‘Nature Climate Change’. Se trata del análisis más actualizado y completo del presupuesto global de carbono, esto es, una estimación de la cantidad de emisiones de C02 que se pueden expulsar manteniendo el calentamiento global por debajo de ciertos límites de temperatura.
El Acuerdo de París tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales y proseguir esfuerzos para limitarlo a 1,5.
El presupuesto de carbono restante (es decir, cuánto CO2 se puede liberar a la atmósfera para que haya un 50% de posibilidades de mantener el calentamiento global de 1,5 grados respecto a la era preindustrial) se utiliza comúnmente para evaluar el progreso global con respecto a estos objetivos. En 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) calculó que era de alrededor de 500 gigatoneladas de dióxido de carbono.
MENOS PRESUPUESTO
El nuevo estudio estima que quedan menos de 250 gigatoneladas de CO2 en el presupuesto global de carbono para que haya un 50% de probabilidades de limitar el calentamiento a 1,5 grados, esto es, se ha reducido a la mitad.
Los investigadores advierten de que si las emisiones de dióxido de carbono se mantienen en los niveles de 2022 (alrededor de 40 gigatoneladas anuales), el presupuesto de carbono se agotará alrededor de 2029, lo que compromete al planeta a un calentamiento de 1,5 grados por encima de la era preindustrial.
Esto significa que el presupuesto es menor de lo calculado anteriormente y se ha reducido a la mitad desde 2020 por el aumento continuo de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, causadas principalmente por la quema de combustibles fósiles, así como a una estimación mejorada del efecto de enfriamiento de los aerosoles, que están disminuyendo por las medidas adoptadas para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones.
“Nuestro hallazgo confirma lo que ya sabemos: no estamos haciendo lo suficiente para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 ºC”, apunta Robin Lamboll, investigador del Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres y autor principal del estudio.
Lamboll añade: “El presupuesto restante es ahora tan pequeño que cambios menores en nuestra comprensión del mundo pueden resultar en grandes cambios proporcionales en el presupuesto. Sin embargo, las estimaciones apuntan a menos de una década de emisiones a los niveles actuales. La falta de progreso en la reducción de emisiones significa que podemos estar cada vez más seguros de que la ventana para mantener el calentamiento a niveles seguros se está cerrando rápidamente”.
Joeri Rogelj, director de investigación del Instituto Grantham del Imperial College de Londres, sentencia que esta actualización del presupuesto de carbono es “esperada y totalmente consistente” con el informe del IPCC en 2021.
“VIDA MÁS DIFÍCIL”
La nueva investigación utilizó un conjunto de datos actualizado y modelos climáticos mejorados en comparación con otras estimaciones recientes, publicadas en junio, caracterizando estas incertidumbres y aumentando la confianza en torno a las estimaciones restantes del presupuesto de carbono.
Según los resultados, existen grandes incertidumbres sobre la forma en que responderán varias partes del sistema climático en los años previos a que se alcance el cero neto, esto es, las emisiones globales producidas y las eliminadas de la atmósfera porque las absorben sumideros naturales como los bosques o los océanos.
El estudio señala que es posible que el clima continúe calentándose debido a efectos como el derretimiento del hielo, la liberación de metano y cambios en la circulación oceánica.
Sin embargo, los sumideros de carbono, como el aumento del crecimiento de la vegetación, también podrían absorber grandes cantidades de CO2, lo que provocaría un enfriamiento de las temperaturas globales antes de que se alcance el cero neto.
“Cada fracción de grado de calentamiento hará la vida más difícil para las personas y los ecosistemas. Este estudio es una advertencia más de la comunidad científica. Ahora corresponde a los gobiernos actuar”, concluye Lamboll.
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