El presidente serbio interpreta la medida como un ataque directo del primer ministro de Kosovo contra la población serbokosovar
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha asegurado que el próximo lunes reclamará una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para protestar contra la abolición del uso del dinar, la moneda empleada por los serbios del norte de Kosovo.
En un discurso pronunciado este viernes ante la población, Vucic ha asegurado que la decisión del Banco Central de Kosovo de abolir el dinar para permitir solo el pago en euros representará un “tremendo impacto” para “más de 900 entidades económicas que ya no podrán recibir sus ingresos en dinares”, en comentarios recogidos por la cadena B92.
El presidente ha estimado que en Kosovo hay empleados 31.831 serbokosovares, a los que hay que sumar otros 29.115 pensionistas que representan cada mes unos “350 millones de dinares en conceptos como beneficios sociales, becas y alimentación”. “Jamás en la vida hemos llegado tarde a la hora de desembolsar ese dinero”, ha indicado Vucic, quien teme que esta racha quede interrumpida con la decisión del Banco Central de Kosovo.
El presidente serbio ha asegurado que el responsable último de esta decisión no ha sido realmente el Banco Central kosovar, sino que se trata de un nuevo ataque directo del primer ministro kosovar, Albin Kurti, y un nuevo episodio de su larga persecución contra la minoría serbokosovar del norte. “Que nadie se llame a engaño: la persona que ha estado detrás de todo esto desde el principio es Albin Kurti. Nadie más que él ha participado en esta decisión”, ha insistido antes de acusar al mandatario kosovar de perpetrar un genocidio encubierto con esta iniciativa.
“Su único objetivo es el de la limpieza étnica de la provincia serbia de Kosovo y Metohija”, ha asegurado Vucic, empleando el nombre histórico que Serbia emplea para describir lo que entiende como su provincia de Kosovo, “a través de la esclavización deliberada de los serbios a través de la imposición de condiciones de vida insoportables”.
El presidente, desde ahí, cuestionó la validez legal de la decisión del Banco Central de Kosovo al indicar que “Kosovo no es miembro de la UE”, y que “el euro no es una moneda de curso legal allí”. “Incluso en el sitio web de la UE está escrito que Kosovo utiliza el euro como moneda de facto porque no tiene un acuerdo con la UE”, ha declarado Vucic.
La web del Banco Central Europeo ratifica en este sentido que “los Estados de Kosovo y Montenegro en los Balcanes no son miembros de la UE. Ambos países adoptaron el euro unilateralmente en 2002 y lo utilizan desde entonces como moneda ‘de facto'”.
De hecho, la Comisión Europea ha criticado este viernes la decisión del Banco Central de Kosovo de aceptar solo el pago en euros, pidiendo que haya un periodo de transición lo suficientemente amplio para lograr una solución dialogada, señalando el impacto de este paso para la minoría serbia.
En un anuncio en la rueda de prensa diaria, el portavoz principal del Ejecutivo europeo, Eric Mamer, ha lamentado que la decisión de permitir sólo los pagos en euros y limita el uso del dinar se haya tomado “sin consulta previa” y ha pedido tener en cuenta el impacto en la vida cotidiana de los kosovares. “Especialmente preocupa el impacto en hospitales y escuelas dada al falta de alternativa en este momento”, ha argumentado.
Por todo ello, el presidente de Serbia ha anunciado que el próximo lunes enviará a la Unión Europea “la carta más difícil” que jamás ha escrito para que soliciten una reunión del Consejo de Seguridad, en la que pretende incluir “cada acto de violación” cometido por Kosovo “contra las normas legales internacionales” y en el marco de “la intensificación de sus iniciativas durante los dos últimos años y medio contra la República de Serbia”.
Durante ese periodo, Belgrado ha acusado a Pristina de forzar la salida de alcaldes serbokosovares de sus puestos de mando –lo que provocó el boicot de estos últimos a las elecciones del año pasado– o de orquestar una campaña de violencia contra esta población, algo que Kosovo ha rechazado categóricamente.
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