El partido de Vucic parte inicialmente como favorito mientras la oposición denuncia la cultura de la tensión que parece acompañar al mandatario
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Los serbios se dirigen este domingo a las urnas para votar en unas elecciones legislativas anticipadas donde el Partido Progresista Serbio del presidente, Aleksandar Vucic, parte en principio como favorito a la espera de que los resultados de los comicios determinen con mayor exactitud la erosión política producida por la sucesión de crisis violentas que han dominado el país desde los anteriores comicios en abril de 2022.
Las elecciones de ese año supusieron un toque de atención para la coalición de Vucic, que perdió 68 escaños de su aplastante victoria en junio de 2020. De los 188 asientos obtenidos entonces (de los 250 de la cámara) la coalición acabó quedándose con 120. El año pasado, Serbia ya estaba inmersa en un peligroso repunte de las largas tensiones con Kosovo y la Unión Europea y le quedaba por padecer el catalizador de las protestas actuales contra el presidente: dos tiroteos ocurridos en mayo de este año que dejaron 17 muertos, nueve de ellos en un colegio de Belgrado.
Esta situación ha terminando uniendo a la oposición en la coalición llamada Serbia contra la Violencia bajo la representación entre otros de Dragan Djilas y Marinika Tepic, del partido Libertad y Justicia, y Miroslav Aleksic, de Movimiento Popular de Serbia. Aunque las encuestas no conceden grandes esperanzas a la alianza, los opositores de Vucic confían en canalizar el movimiento de protesta especialmente en la capital, Belgrado, que también este domingo celebra elecciones a Asamblea de la Ciudad, que elegirá a 110 concejales de los cuales emergerá el próximo alcalde. También habrá comicios a la Asamblea de la región autónoma de Vojvodina.
Vucic es la figura central de todas estas elecciones aunque ni siquiera es el líder de su partido, un cargo que abandonó en mayo para erigirse, según se desprende de sus discursos, en una figura de estabilización nacional hasta el punto de que aseguró que estos comicios adelantados responden precisamente a los deseos de la oposición. “La gente quiere decidir ya qué clase de políticos quieren al frente y yo no tengo ningún problema con eso”, declaró en octubre a Prva TV.
Para profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de Belgrado, Milos Besic, la decisión de adelantar elecciones obedece más bien a motivos puramente de supervivencia política. “Vucic ha dado cuenta de que su partido está experimentando una caída significativa y que sus seguidores no están motivados como antes”, ha explicado a Balkan Insight. “Ha concluido que su partido solo conservará la fuerza que le sostiene ahora mismo por un período limitado de tiempo y debe aprovecharla antes de que la situación se deteriore todavía más”, añade.
SERBIA Y KOSOVO
Aunque también es posible abordar estos comicios desde una perspectiva internacionalista — el presidente serbio, próximo a Rusia, se enfrenta a una oposición mayoritariamente proeuropeísta — los comicios en realidad están dominados por el momento interno, sobre todo desde el repunte de las tensiones con Kosovo en septiembre de 2021, cuando lo que comenzó como un encontronazo sobre las competencias de la matriculación de los vehículos acabó degenerando con el paso de las semanas hasta convertirse en una de las mayores crisis ocurridas desde que Kosovo declarara su independencia en 2008.
El norte de Kosovo, de mayoría serbia, se transformó en un escenario de ataques a patrullas de la misión de la UE, detenciones de ex policías serbokosovares y, en el apogeo de las hostilidades a finales de 2022, el levantamiento de barricadas por parte de la población serbokosovar. Esta maniobra llevó a Kosovo a desplegar sus fuerzas en la frontera norte, decisión respondida por Belgrado con una iniciativa prácticamente inaudita: una solicitud a la OTAN para desplegar al Ejército serbio en la zona.
La solicitud nunca llegó a fructificar y la crisis quedó relativamente aparcada con la reapertura de conversaciones bilaterales entre Serbia y Kosovo, bajo los auspicios de la UE, para intentar aclarar el estatus del norte kosovar y en particular Mitrovica Norte, ciudad y municipio que se convertiría en el hipotético centro administrativo de la llamada Comunidad de Municipios Serbios, una entidad autónoma y subsirviente de Belgrado, todavía inexistente, emergida a partir del tratado de Bruselas en 2013, una ‘hoja de ruta’ negociada y concluida –pero no ratificada– para regular las relaciones entre Serbia y Pristina.
En los últimos meses, Kosovo ha celebrado elecciones locales boicoteadas por los partidos serbokosovares en el norte y ha vuelto a conocer la violencia en forma de ataques como el ocurrido en septiembre en esta zona, que terminó con un policía muerto y otro herido y que Pristina ha achacó a “bandas criminales” relacionadas con Serbia. Belgrado ha rechazado rotundamente estas acusaciones. En estos comicios legislativos, los serbokosovares depositarán su voto en territorio serbio, no en Kosovo.
En cualquier caso, los votantes acudirán a las urnas con el recuerdo de los tiroteos de mayo en Mladenovac y Belgrado, ocurridos en menos de 48 horas En el primero fallecieron al menos ocho personas y 14 resultaron heridas a manos de un tirador identificado como Uros Blazic, de 21 años. En el segundo tiroteo, un adolescente abrió fuego contra una escuela de la capital y mató a ocho estudiantes y a un guardia de seguridad.
Los dos tiroteos no estaban directamente relacionados, pero conmocionaron profundamente a la sociedad serbia por suceder en un lapso de tiempo tan pequeño. En un intento por controlar la situación, el Gobierno de Serbia suspendió la emisión de nuevas licencias de armas durante dos años y acordó inspecciones más estrictas a sus propietarios.
- Te recomendamos -