El Ejército israelí lanza “unas 2.000 municiones” contra “cerca de 1.500 infraestructuras terroristas” en Líbano durante el último día
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Al menos seis personas han muerto este martes a causa de un nuevo “bombardeo selectivo” ejecutado por el Ejército de Israel contra la capital de Líbano, Beirut, en el marco de su intensa oleada de ataques aéreos desde el lunes, que hasta la fecha dejan más de 550 muertos y más de 1.800 heridos.
El Ministerio de Sanidad libanés ha indicado en un breve comunicado en su cuenta en la red social Facebook que el ataque, que ha alcanzado el barrio de Ghobeiri –situado en el sur de Beirut y de mayoría chií–, ha dejado además 15 heridos, en el que supone el primer balance oficial de las autoridades tras el bombardeo.
Poco antes, el Ejército israelí había indicado que “las Fuerzas Armadas de Israel (FDI) han llevado a cabo un bombardeo selectivo en Beirut”, un día después de otro ataque en la capital y después del bombardeo perpetrado el viernes también en la ciudad, que dejó más de 50 muertos.
Asimismo, el Ejército israelí no ha dicho cuál sería el objetivo de este nuevo ataque. Sin embargo, fuentes citadas por la emisora pública israelí, Kan, han resaltado que se trataría del jefe de la unidad de misiles de Hezbolá, Ibrahim Mohamad Kobeisi.
El ataque tiene lugar un día después de otro bombardeo en Beirut que habría tenido como objetivo a Alí Karaki, quien figuraba como uno de los pocos altos cargos de la rama militar que seguían con vida, según un organigrama publicado la semana pasada por las FDI.
De hecho, el ataque del viernes se saldó con la muerte de Ibrahim Akil, un alto cargo del grupo libanés, quien habría fallecido junto a otros comandantes de las fuerzas especiales de Hezbolá.
OPERACIONES CONTRA LA “AMENAZA” DE HEZBOLÁ
Por otra parte, el Ejército israelí ha detallado que durante las últimas 24 horas ha lanzado “unas 2.000 municiones” contra “cerca de 1.500 infraestructuras terroristas” en Líbano, en el marco de sus operaciones “para eliminar la amenaza que suponen las capacidades de Hezbolá”. “Los aviones de combate siguen operando y atacando a estas horas”, ha destacado.
De hecho, el jefe del Ejército de Israel, Herzi Halevi, ha asegurado que “no hay que dar respiro” al partido-milicia y ha adelantado que las fuerzas israelíes “acelerarán las operaciones ofensivas” contra Líbano. “La situación requiere una acción intensiva continuada en todos los frentes”, ha zanjado.
Hezbolá ha respondido a estos ataques con el lanzamiento de decenas de proyectiles contra posiciones militares de Israel y una “fábrica de municiones”. El Ejército ha cifrado en cerca de un centenar los cohetes disparados desde el sur de Líbano durante las últimas horas, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas la semana pasada en dispositivos de comunicación usados supuestamente por Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos, incidentes criticados por la comunidad internacional por su carácter indiscriminado.
Las hostilidades en la región estallaron después de que Hamás y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los ataques del 7 de octubre, denominados ‘Inundación de Al Aqsa’ por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los hutíes y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel –que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen– en respuesta a su ofensiva contra Gaza.
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