El NRC advierte de que “la guerra está destrozando toda una región en el corazón de África”
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Al menos seis civiles han muerto y otros diez han resultado heridos en ataques achacados a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra una localidad en el estado de Gezira, en el centro de Sudán, en medio de la guerra desatada en abril de 2023 entre el grupo y el Ejército sudanés.
Los Comités de Resistencia de Al Hasahisa, una localidad situada a 45 kilómetros de Uad Madani, la capital del estado, han indicado que las RSF “llevaron a cabo las peores formas de violencia y saqueo”, además de “cortar las comunicaciones”, según ha informado el portal de noticias Sudan Tribune.
Las RSF, ahora declaradas como un grupo terrorista por parte de las autoridades sudanesas, se hicieron con el control de Uad Madani a mediados de diciembre, en medio de sus avances en el conflicto. El grupo no se ha pronunciado sobre las acusaciones sobre su papel en los sucesos en Al Hasahisa.
Durante la jornada, el secretario general de la organización no gubernamental Comité Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland, ha alertado de que “la guerra está destrozando toda una región en el corazón de África”. “Debe haber una respuesta diplomática y humanitaria internacional más afectiva”.
La organización ha recordado que la guerra ha provocado el desplazamiento de más de ocho millones de personas, incluidos cerca de 700.000 refugiados que han cruzado la frontera con Chad, que ya antes del conflicto era uno de los países más pobres del mundo y que hace frente a problemas para dar apoyo a estas personas.
“He escuchado en Chad testimonios horribles de violencia deliberada y atrocidades. Familias que han huido de Darfur han presenciado ejecuciones, violaciones, ataques indiscriminados, la quema de campos y masacres debido a su etnia”, ha denunciado Egeland, quien visitó esta semana el asentamiento informal en Adré, en el este de Chad.
“A pesar de ello, muchos supervivientes han sido totalmente abandonados. Se ven forzados a vivir en condiciones desesperadas e indignas, en tiendas de campaña y sin la asistencia más básica. ¿Cómo es posible que estos supervivientes hayan sido tan olvidados?”, se ha preguntado.
En este sentido, ha abundado en que en esta ocasión “falta indignación y solidaridad internacional”, en comparación con la situación vivida durante el conflicto que sacudió Darfur hace cerca de dos décadas. “Ninguna de las iniciativas de paz o los planes de ayuda han tenido un impacto real sobre los que sufren en Sudán o en los campos de refugiados vecinos”, ha dicho.
“Las necesidades en Chad están fuera de los márgenes, pero en esta ocasión la atención del mundo se ha ido a otra parte. No puede seguir así”, ha señalado Egeland, quien ha recalcado que las historias de los refugiados “revelan historias de un sufrimiento y violencia casi inimaginable”. “Sin embargo, aquellos a los que escuchamos y apoyamos en Chad suponen únicamente la punta del iceberg”, ha zanjado.
La guerra entre el Ejército y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir.
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